miércoles, 10 de marzo de 2010

Más controles bancarios no dañan a la competencia, según la OCDE

PARÍS.- Una regulación más estricta del mercado financiero no tendría por qué dañar la competencia entre los bancos y una supervisión más fuerte podría incluso bajar el coste de los préstamos para sus clientes, según un informe de la OCDE presentado el miércoles.

En su último informe, "Yendo hacia el crecimiento", la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico dijo que la crisis económica ha sido un "recordatorio forzoso del papel vital de una regulación prudente en los mercados financieros".

El informe llega cuando gobiernos, legisladores y el sector bancario están estudiando cómo reforzar la supervisión relativamente laxa, que ha sido considerada uno de los factores que propiciaron la crisis de 2008.

La OCDE, contemplando normas que van de solicitudes de capital y supervisión bancaria a protección de depositarios, auditorías y propiedad, dijo que tiene que alcanzarse un equilibrio adecuado y advirtió contra una regulación que "daña la competencia en exceso".

Sin embargo, añadió, su estudio sugiere que hay un indicador generalizado de un efecto adverso de la regulación prudente. Tener una autoridad supervisora bancaria fuerte parece realmente incrementar la competencia, señaló.

"El análisis empírico sugiere que aumentar la fortaleza del supervisor puede reducir el coste medio del crédito que afrontan los prestamistas por unas cuantas décimas de un punto porcentual", dijo el informe.

La OCDE dijo que en algunas áreas regulatorias concretas, sobre todo donde se han reforzado las leyes sobre propiedad o entrada en un sector, puede haber un efecto negativo pero indicó que los supervisores bancarios fuertes son clave para garantizar la competencia.

"Por ejemplo, donde los supervisores son fuertes, se ha encontrado que unos requisitos más estrictos para el capital o una amenaza más creíble de una salida forzada van con sistemas bancarios más competitivos. Y al contrario cuando los supervisores son débiles".

"Del mismo modo, los supervisores fuertes parecen mitigar los efectos anticompetitivos de una regulación más rígida de entrada y de propiedad". agregó.

Estas recomendaciones forman parte de un informe que anima a los gobiernos a centrarse más en reformas, ahora que ha pasado el peor momento de la crisis económica.

"Los países de la OCDE parecen dirigidos para una recuperación modesta, recelosa, pero muy bienvenida", dijo, y añadió que esta perspectiva "distaba mucho de estar garantizada hace un año".

Los paquetes de ayuda de emergencia para la industria del automóvil, la financiación pública para nuevos proyectos de infraestructuras y los aumentos en las subvenciones al desempleo relacionadas con la crisis deberían ser eliminados de manera gradual, aconsejó.

"En cambio, entre las áreas donde se podrían fortalecer las reformas se encuentran la reducción en leyes de mercado de productos anticompetitivos para impulsar la actividad y la creación de empleo, aumentar el uso de los instrumentos de precios en políticas de crecimiento verdes y políticas activas del mercado de trabajo".

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