"Las nubes se acumulan aquí en el Consejo de Seguridad y no queremos que llueva en Nueva York (donde está la sede de las Naciones Unidas). Es mejor que Irán formule una posición clara que permita una solución negociada", dijo Churkin en una reunión con la prensa.
El representante de la Misión de Rusia ante la ONU lamentó que el Gobierno de la República Islámica haya rechazado hasta el momento las propuestas que se le han presentado para despejar las dudas de algunos países occidentales sobre la naturaleza de su programa nuclear.
"En los últimos años y meses, cuando hemos tratado de mantener abierta la puerta de la negociación, Irán no ha dado las respuestas que esperábamos y por las que habíamos apostado", indicó.
Al mismo tiempo, recordó que las cinco resoluciones del Consejo de Seguridad sobre el programa nuclear iraní advierten de que, en caso de incumplimiento, se podrían adoptar medidas adicionales contra Teherán.
Churkin consideró que la afirmación ayer del director del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Yukiya Amano, de que Irán no ha cooperado lo suficiente con esa institución "agrega más dudas sobre la naturaleza de su programa nuclear".
De todas formas, resaltó, las discusiones sobre un posible nuevo conjunto de sanciones contra Irán están a "nivel de capitales" y las delegaciones diplomáticas en Naciones Unidas "todavía" no han recibido instrucciones para sentarse a negociar un proyecto de resolución.
Por su parte, el nuevo presidente de turno del Consejo de Seguridad, el embajador gabonés Emmanuel Issoze-Ngondet, sostuvo hoy que el órgano podría abordar el caso iraní durante este mes.
"Creemos que este asunto puede que llegue a la mesa, pero ahora mismo estamos a la espera y seguimos el proceso que hay en marcha. Esperaremos al momento adecuado para que el Consejo de Seguridad lo aborde", agregó.
Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Alemania son partidarios de presionar al régimen iraní con una cuarta ronda de sanciones por su negativa a detener su programa de enriquecimiento de uranio.
Rusia parece haber abandonado en los últimos meses su tradicional reticencia a este tipo de medidas y se ha ido alineado con la posición occidental.
La postura rusa deja a China como el único miembro permanente del Consejo de Seguridad (y por tanto con capacidad de veto) que se opone a las sanciones.
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