martes, 16 de marzo de 2010

S&P cree que la reordenación financiera en España costará 35.000 millones

MADRID.- La agencia de calificación Standard & Poor's (S&P) calcula que la reestructuración financiera en España costará entre 30.000 y 35.000 millones de euros, que irán destinados en su mayoría al sector de las cajas de ahorros.

Estos recursos suponen entre el 30% y el 35% de los del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que cuenta en la actualidad con 12.000 millones de euros, pero tiene capacidad de endeudamiento hasta 99.000 millones, según precisó la analista de S&P Elena Iparraguire.

La experta, que hizo esta previsión en una conferencia para analistas después de que la agencia rebajara ayer la calificación de la banca española en su conjunto por el riesgo económico de España, explicó que el coste de la reestructuración financiera supone el 14% del capital en el sector.

Las cajas de ahorros "serán las principales destinatarias de la tercera parte de los recursos del FROB porque no cuentan con flexibilidad para capitalizarse" como otras entidades financieras como los bancos, explicó Iparraguirre.

La agencia bajó la nota al sistema financiero español desde el grupo '2' hasta el grupo '3', dentro de su escala del uno al diez que mide la fortaleza del sector financiero en función del riesgo país, 'Bicra' por sus siglas en inglés (Banking Industry Country Risk Assessment).

"El sistema financiero español sufrirá, previsiblemente, elevadas pérdidas en créditos durante la recesión, debido al alto endeudamiento del sector empresarial, la rápida expansión crediticia y la significativa exposición financiera al sector inmobiliario", argumentó.

Esta rebaja de la calificación global incluye al sector financiero español en el grupo en el que figuran Estados Unidos, Reino Unido, Austria, Chile y Portugal; con mayor debilidad que el de Alemania, Francia, Italia y Canadá.

S&P destaca también la necesidad de que se aborde la reestructuración financiera, enfocada en las cajas de ahorros, porque en caso de que las entidades no adapten su infraestructura para adaptarse a un entorno operativo de menor crecimiento, los fundamentos y competitividad del sistema se verían negativamente afectados.

Este proceso se está ralentizado "por la reticencia de los gobiernos regionales de perder el control de sus cajas de ahorros, y algunos de los proyectos de consolidación podrían no ser los más adecuados desde un punto de vista empresarial y económico", sostiene.

Para S&P, la consolidación del sector de las cajas de ahorros es una oportunidad para fortalecer su gestión y limitar la intervención política, y las agresivas estrategias de algunas cajas de ahorros durante el 'boom' crediticio llevó a algunas distorsiones en el mercado que deberían evitarse en el futuro.

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