viernes, 5 de marzo de 2010

Un informe europeo revela el "daño ambiental" del biocombustible

BRUSELAS.- El biodiésel y otros combustibles "ecológicos" que los europeos echan en sus coches puede tener consecuencias no intencionadas para los bosques tropicales y selvas húmedas, según un informe de la Unión Europea que es la primera prueba de inquietud en la UE por este asunto.

La UE quiere que para 2020 sus 500 millones de habitantes obtengan aproximadamente una décima parte de los combustibles para el coche de fuentes renovables como los biocombustibles, pero algunos responsables comunitarios quieren que el objetivo se reduzca en la revisión que tendrá lugar en cuatro años.

Los primeros modelos están mostrando que hay consecuencias no buscadas en todo el planeta mediante los mercados de materias primas.

"Los efectos simulados de las políticas de biocombustible de la UE implican una conmoción considerable para los mercados de materias primas agrícolas", dijo un proyecto de borrador para asesorar a los políticos.

"El apoyo actual y futuro a los biocombustibles (...) acelerará probablemente la expansión de tierra cultivada, especialmente en América Latina y Asia", advierte otro, uno de los 116 documentos facilitados a los periodistas de acuerdo con las leyes de libertad de información.

"Conlleva el riesgo de daños significativos y difícilmente reversibles", añadió el documento.

Hace años que los ecologistas vienen haciendo estas advertencias, pero los estudios de impacto y los correos electrónicos muestran por primera vez que los políticos europeos están también muy preocupados por las consecuencias en los bosques tropicales, los humedales y las sabanas. Sin embargo, no han llegado a cifrar las consecuencias probables.

"La gran cantidad de documentos y su contenido detallado muestra que la Comisión ha estado estudiando que el cambio indirecto del uso de la tierra tiene graves impactos", dijo una portavoz del comisario de Energía, Günther Öttinger.

"No hay una respuesta oficial o definitiva sobre el tamaño o la naturaleza de esta cuestión a estas alturas", añadió.

El grupo de presión a favor de la industria del bioetanol ebio ha aprovechado la confusión, pidiendo a los políticos que "rechacen el concepto".

Mientras tanto, en Bruselas las autoridades están divididas sobre la conveniencia de seguir con un objetivo establecido en 2008 y que ya ha provocado miles de millones en inversiones en todo el mundo.

Una carta interna de un responsable de agricultura advierte de que tener en cuenta la "huella" ecológica total de los biocombustibles "mataría" una industria europea valorada en unos 5.000 millones de dólares al año.

Los críticos dicen que independientemente de dónde se cultive, los biocombustibles compiten con las cosechas de alimentos por la tierra, lo que obliga a los agricultores de todo el mundo a expandir los cultivos a zonas donde no habían arado antes, talando en ocasiones bosques tropicales o drenando zonas pantanosas.

Satisfacer la sed de la UE por los biocombustibles haría necesarias 5,2 millones de hectáreas de tierra en 2020, según un informe - una zona mayor que Holanda, pero ¿dónde encontrarla?

Quemar bosques puede lanzar a la atmósfera enormes cantidades de emisiones de las que provocan el calentamiento del clima, eliminando cualquier beneficio climático teórico del combustible. Especies simbólicas como los orangutanes también estarían en peligro.

"Podrían hacer falta muchas décadas antes de que las pérdidas iniciales inducidas de carbono se vean compensadas por los ahorros debido a un mayor uso de los biocombustibles", dijo uno de los borradores estudiados por los expertos agrícolas.

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