jueves, 29 de abril de 2010

Almunia dice que "no hay que menospreciar" las señales de los mercados porque existe riesgo de contagio

MADRID.- El vicepresidente de la UE y comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, advirtió hoy de que "no hay que menospreciar" las señales de los mercados internacionales, por muy "distorsionadas" que sean, puesto que existe "riesgo de contagio" entre los países miembros de la Eurozona, en alusión a la presión de los inversores a la deuda griega.

"Nos guste más o menos no debemos ignorar lo que pasa en los mercados porque tienen una repercusión tremenda, a veces justificada y otras veces más distorsionada de la realidad o exagerada", explicó Almunia en una conferencia en la sede de Madrid del Consejo Económico y Social (CES), quien aseguró que las crisis "aceleran" las gravedad del contagio.

Así, el comisario europeo lamentó que la UE olvidara las "lecciones" para reaccionar a la crisis de Grecia, y se reafirmó en que la política comunitaria "ha tardado más de lo deseado" en acudir al rescate de uno de sus miembros, que achacó a la "asimetría" de la voluntad política y a la "inconcreción" de las ayudas, lo que, a su juicio, ha "retroalimentado" la especulación sobre las finanzas públicas de Grecia.

Aún así, Almunia se mostró "convencido" de que si la UE concreta las acciones para salvar al país heleno, la "calma" regresará a los mercados: "Estamos en víspera de un punto de inflexión y de que las presiones de los mercados comiencen a remitir".

Con todo, y una vez que pase el "tsunami griego", el comisario aseguró que la agenda comunitaria se enfrentará a tres grandes retos para salir de la crisis, estos son la retirada de los estímulos fiscales, las ayudas al sector bancario y la regulación de los mercados.

En este sentido, recordó que los "elevados" niveles de endeudamiento para afrontar la crisis lastrarán la capacidad de emitir deuda de las economías durante más de una década, a lo que vinculó la presión de los inversores, y avisó de que una retirada "prematura" de las ayudas fiscales "precipitarían una recaída", al tiempo que afirmó que los sistemas financieros resultantes de la crisis serán "más seguros y regulados, pero también menos ágiles".

Por todo ello, Almunia apostó por un patrón de crecimiento "inteligente, verde y justo socialmente", que identificó como "clave" para la nueva estrategia 2020 de la UE, para después hacer inherente al cambio modelo a una batería de reformas estructurales: "Las reformas no son fáciles, pero no hay otra alternativa". E instó a superar los "obstáculo" a las reformas desde la "ambición política".

"La crisis debe rebajar los obstáculos para acrecentar la voluntad de acometer reformas. Hay que hacer el esfuerzo político para desarrollarlas y no sólo escribirlas", emplazó.

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