"La política económica debe de ser global y generar confianza en la economía española, y para eso hay que afrontar la reforma laboral y acelerar el proceso de reestructuración de las cajas", afirmó De Guindos en declaraciones a RNE.
Además, el ex secretario de Estado de Economía señaló que el "problema" de España es la cifra del 11% de déficit público y que, si no se reduce, "los que tienen que prestar dinero, que son los mercados internacionales, no lo harán y esto afectará a la actividad económica".
Respecto a la reforma laboral, De Guindos consideró que el "tema fundamental" es emprender reformas en la negociación colectiva y apostó por flexibilizar el mercado laboral.
"No se puede dar una instrucción desde la cúpula sindical y gubernamental sobre lo que son las condiciones de jornada laboral para todo el mundo cuando hay empresas diferentes", explicó.
Además, De Guindos advirtió de que el debate de la reforma laboral se está centrando "demasiado" en el coste del despido cuando en España se han destruido dos millones de puestos de trabajo durante la crisis.
De Guindos relacionó la reforma laboral con la importancia de acelerar la reestructuración del sistema bancario para que las familias y los pequeños empresarios tengan disponibilidad de crédito y "la recuperación sea sostenible a medio plazo".
"Esto generará crecimiento económico y ayudará a que el ajuste fiscal, que también es inaplazable, sea más fácil de resolver y no provoque una vuelta a la recesión", declaró.
En este sentido, De Guindos abogó por que los procesos de integración de las cajas de ahorros "no sean sólo de cajas regionales, sino también interregionales para que sean más eficientes económicamente", y pidió al Banco de España que dirija este proceso.
"La gente no quiere ni cajas gallegas, ni madrileñas, ni catalanas, lo que quiere son cajas solventes que den liquidez a la economía", apuntó.
Respecto a la campaña iniciada ayer por el Partido Popular contra la subida del IVA, De Guindos señaló que esta acción "no es una insumisión tributaria", sino poner de manifiesto que la medida es "criticable porque va a reducir la renta disponible de los españoles y va a afectar a los más débiles".
Respecto a la reducción del déficit público, De Guindos apostó por integrar el sector público y el privado para la prestación de los diferentes servicios a los ciudadanos, y alabó el plan de infraestructuras aprobado por el Ministerio de Fomento junto con las grandes empresas españolas de construcción.
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