miércoles, 7 de abril de 2010

El FMI inicia su misión en una Grecia bajo presión renovada de los mercados

ATENAS.- Expertos del FMI iniciaron este miércoles en Atenas una misión para aconsejar al gobierno socialista griego sobre recortes presupuestarios, en momentos en que el país vuelve a encontrarse bajo presión de los mercados por las dudas sobre su capacidad de refinanciar su gigantesca deuda.

Mientras tanto, el primer ministro griego, Giorgos Papandreou, pidió a sus ministros acelerar el ritmo de las reformas para que el país recupere su credibilidad y no tenga que ocuparse de los "rumores" sobre el estado de su economía.

Los técnicos del Fondo Monetario Internacional (FMI) se reunieron con el ministro de Finanzas griego, Giorgos Papaconstantinou, en el marco de esta misión que debería durar unas dos semanas en Atenas. "Durante esta visita de asistencia técnica, el FMI debe analizar y hacer sugerencias sobre cuestiones presupuestarias e impositivas", dijo el ministerio de Finanzas helénico.

Fue Grecia la que pidió la asistencia del Fondo, en medio de su batalla para recortar un déficit del 12,7% del PIB en 2009 y pagar una deuda pública de unos 300.000 millones de euros (unos 400.000 millones de dólares), equivalente al 113% de su PIB.

El gobierno socialista se ha impuesto como meta recortar en cuatro puntos porcentuales el déficit público este año, a través de un severo programa de austeridad en el sector estatal que ha provocado protestas de los trabajadores.

Sin embargo, hay cada vez mayor preocupación sobre la verdadera capacidad de Grecia de afrontar sus problemas financieros. Grecia necesita en forma desesperada decenas de miles de millones de dólares a tasas de interés aceptables para refinanciar vencimientos de su deuda en los próximos meses.

Sin embargo, los últimos datos dejan entrever que Grecia pagaría una vez más tasas draconianas cuando lance su próxima emisión de obligaciones de Estado. En efecto, las tasas para las obligaciones griegas alcanzaron este miércoles su nivel histórico más alto, del 7,17%, algo que no había vuelto a ocurrir desde que Grecia adoptó el euro, en 2001.

Luego descendieron levemente, aunque siguen siendo de casi el doble de lo que debe pagar Alemania, referencia de la Eurozona, para financiarse.

El ministerio griego de Finanzas ya se ha visto forzado a revisar a la baja la evaluación de la recesión de 2009, que habría sido del 2% del PIB (Producto Interior Bruto), en lugar del 1,2% previsto en noviembre pasado.

Además, se espera que Eurostat -oficina europea de estadísticas- anuncie a finales de abril que el déficit público griego el año pasado fue de más del 12,7% indicado en su momento por el gobierno, según informaciones de prensa griegas.

Con esta noticias poco alentadoras, el ministro Papaconstantinou tuvo que salir a desmentir el martes rumores sobre la presunta intención de Grecia de modificar el reciente plan aprobado por la Unión Europea (UE) con la participación del FMI para ayudar al país a sanear sus cuentas públicas.

Ese plan prevé el recurso a préstamos bilaterales y del FMI para permitir que el país pueda refinanciarse a tasas de interés no tan altas como las que le proponen los mercados.

La situación de Grecia sigue afectando a la Eurozona en su conjunto por el temor a un contagio a Portugal, España e Irlanda, y el euro se cotizaba a la baja este miércoles en Londres, a 1,3363 dólares, contra 1,3397 dólares en Nueva York el martes por la noche.

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