En este sentido, la institución dirigida por Dominique Strauss-Kahn apunta en la edición de primavera de su 'Informe de perspectivas de la economía mundial' que si España ha sufrido el mayor incremento del desempleo entre todas las economías desarrolladas durante la Gran Recesión, en gran medida se debe la alta tasa de contratos temporales (que cifra en un 31,9% del total), lo que acentúa las reacciones del mercado laboral a la contracción del PIB.
De hecho, el FMI calcula que los trabajadores temporales soportaron la mayor parte de la pérdida de empleos durante la crisis, que en el caso de España alcanzó a un 20% de los trabajadores temporales, frente al 7% de caída del empleo en general.
De este modo, en los países que cuentan con mercados laborales duales, en los que existe una estricta legislación sobre protección laboral para los contratos permanentes a la vez que hay una elevada proporción de empleados con contratos temporales, el Fondo reclama una transición hacia un sistema de contratos abiertos que ofrezca "mayor seguridad laboral en proporción a la antigüedad" como medida para moderar el impacto negativo de los contratos temporales en la formación de capital humano y la falta de cobertura de las prestaciones por desempleo para los trabajadores contratados en esa modalidad.
A este respecto, el economista del FMI Ravi Balakrishnan apuntó en rueda de prensa la necesidad de que en mercados laborales como el de España se produzca una convergencia gradual entre las condiciones de los trabajadores indefinidos y los temporales.
Así, la institución internacional considera "políticamente factible" incorporar gradualmente garantías laborales en los nuevos contratos que apliquen un incremento de los costes de despido vinculado a la antigüedad del trabajador, junto con unas mayores contribuciones a los programas de seguros de paro para las empresas que recurran a la contratación temporal.
"Esto reduciría la incertidumbre de las empresas sobre los potenciales costes de despido, que suponen una preocupación en Francia, Alemania, Italia y España, y dotaría de flexibilidad a los empleadores para recortar empleos al mismo tiempo que mantendría determinado nivel de protección para los trabajadores", explica el FMI.
Por otro lado, la institución augura que a pesar de que se apreciará un cambio de tendencia en el empleo durante este año, el paro se mantendrá en niveles elevados durante este año y el próximo, augurando una tasa de paro media del 9% hasta finales de 2011 para las economías desarrolladas.
"En vista de la recuperación anémica de la economía y de los efectos persistentes de las tensiones financieras, se prevé que la tasa de desempleo promedio de las economías
avanzadas se mantenga elevada durante 2011, aunque el empleo entraría en terreno positivo en muchos países en 2010", apunta el Fondo.
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