jueves, 15 de abril de 2010

El FROB ha "encarrilado" la reordenación de un tercio de las cajas españolas de ahorro

MADRID.- El subgobernador del Banco de España y presidente del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), Francisco Javier Aríztegui, ha rechazado las acusaciones de lentitud sobre la actuación del órgano que dirige y aseguró que en sus seis meses y medio de "vida" efectiva ha logrado "encarrilar" la "racionalización" de un tercio de las cajas de ahorros, que es donde "más focalizado está el origen del problema" en el sector financiero español y el punto "donde hay que trabajar".

Durante su intervención en la reunión de los presidentes de comisiones de Economía y Hacienda de parlamentos europeos en el Congreso, Aríztegui recalcó que la base de estos procesos es voluntaria, ya que si las entidades estuvieran en "problemas inmediatos", la actuación sería "fulminante".

En este sentido, precisó que el fondo "empezó de verdad" a operar a primeros de septiembre y ha aprobado ya tres "operaciones concretas" que implican a ocho cajas de ahorro que procederán a formar tres entidades sobrevivientes a las que ha destinado 1.150 millones de euros, para proceder a entregar acciones preferentes, según la normativa europea, a cinco años y al 7,75%.

Según aseguró en el Congreso, en este momento hay "aproximadamente" unas quince cajas, contando otros acuerdos privados que no han requerido dinero público, que han entrado en estos procesos de racionalización.

Asimismo, recordó que en otras cinco cajas de ahorro el proceso había sido anterior y el Banco de España había intervenido, resolviéndose la situación con aportación de fondos privados y los Fondos de Garantía de Depósitos.

"Aquí hablamos de entidades que piensan que pueden tener problemas a medio plazo y voluntariamente deciden reestructurarse y piden ayudas", incidió el subgobernador, quien explicó que estos ajustes son "lentos y dolorosos".

Aríztegui defendió que los bancos españoles "no han causado ninguna preocupación" a los contribuyentes españoles durante la crisis, gracias a que su negocio ha estado centrado tradicionalmente en la banca minorista. Es más, destacó que los grandes bancos con expansión internacional han atravesado la crisis con un nivel de beneficios "razonablemente importante".

Sin embargo las cajas se habían especializado en el crédito hipotecario y a promotoras, el que ha recibido el "impacto más brutal de la crisis". Asimismo, explicó que estas entidades tienen "dificultades para recibir capital privado" por sus peculiaridades regulatorias, lo que hace que estén peor dotadas para responder a la crisis. Por este motivo, recordó que el Gobierno planteará a partir de julio una reforma de la Ley de Cajas.

Respecto al paquete de ayudas anterior al FROB, el Fondo de Adquisición de Activos Financieros aprobado a finales de 2008 y dotado con hasta 150.000 millones de euros, ha empleado 45.000 a dos meses de que el sistema venza. Así señaló que tras su despegue en el primer trimestre de 2009 y la apertura de los mercados internacionales, las grandes entidades prefirieron salir "ellas solas" a captar financiación en mercados internacionales y la herramienta se ha utilizado principalmente por las de menor tamaño.

Por otro lado, el subgobernador destacó que la crisis ha provocado un "doloroso" proceso de desapalancamiento de la economía española, que ha pasado de dar créditos con tasa de crecimiento de hasta el 25% a "tasas ligeramente negativas".

No obstante, negó que haya "episodios generalizados de racionamiento" de crédito en España, aunque reconoció que se ha producido una restricción para las pequeñas y medianas empresas, que tienen opción de acudir al Instituto de Crédito Oficial (ICO).

En cualquier caso, señaló que la caída de negocio de la banca en los tres últimos años ha elevado la tasa de mora del 0,5% al 5,4%, que se añadió a una restricción de la financiación en los mercados internacionales.

Esta situación llevó a un "estrés" del sistema, aunque no a un "infarto o colapso" de entidades. Así, defendió que el FROB busca "reequilibrar" el sistema financiero para que pase de centrarse en crecimientos "muy potentes" como ha ocurrido en los últimos años, a "no tan potentes" pero sostenidos en el sistema financiero.

Aríztegui defendió ante los parlamentarios europeos el sistema de regulación español, "muy exigente con las realidades bancarias" a través de las provisiones anticíclicas y con una "supervisión muy pegada al terreno", que ha llevado a colocar hasta cincuenta economistas inspectores en algunas de las mayores entidades españolas.

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