En una carta dirigida a los accionistas incluida en el 'Informe Anual 2009', el consejero delegado, Lloyd Blankfein, y el director financiero, Gary Cohn, defienden que estas posiciones cortas tenían como objetivo compensar sus posiciones largas y asegura que la entidad no generó enormes ingresos o beneficios netos con estas acciones.
El banco estadounidense se confirmó como uno de los triunfadores de la reciente crisis financiera tras obtener un beneficio neto de 12.192 millones de dólares (9.136 millones de euros) en 2009, lo que representa seis veces más que en el ejercicio precedente.
En la carta, la entidad explica que a finales de 2006 comenzó a registrar pérdidas en sus productos relacionados con las hipotecas residenciales, ante lo cual decidió reducir su exposición al mercado residencial, de acuerdo con sus protocolos de riesgos, dada la incertidumbre en los precios y la volatilidad del mercado.
"Nuestra reducción de los riesgos relativamente temprana hizo que perdiéramos menos dinero del que hubiéramos perdido cuando el mercado inmobiliario residencial comenzó a deteriorarse rápidamente", matizó.
Por otro lado, Goldman Sachs destacó la labor del Gobierno estadounidense que consiguió detener el "contagioso miedo" que invadió el sistema financiero, gracias principalmente a "agresivas medidas" que incluían desde facilidades de liquidez y financiación hasta programas de inversión directa.
"Creemos que estos esfuerzos fueron absolutamente claves para proteger el sistema financiero y asegurar la viabilidad continuada de la economías global. Goldman Sachs está agradecido por el indispensable papel que los gobiernos han jugado y reconocemos que nuestra entidad y nuestros accionistas se han beneficiado de ello", añade.
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