"Absolutamente nadie nos ha dicho que serán necesarias más medidas en 2010", dijo Papaconstantinou en una rueda de prensa tras la reunión de ministros europeos de Economía (ECOFIN) en Madrid.
Según informaciones de la prensa griega, los préstamos propuestos por los países de la Eurozona y el FMI, que podrían alcanzar un total de 45.000 millones de euros (60.731 millones de dólares) en 2010, estarían condicionados a la adopción de nuevas medidas de austeridad, además de las ya decididas por Grecia para salir de la crisis financiera.
Incluirían reducciones de salarios en el sector privado, una limitación de las jubilaciones y el cierre de algunos servicios o empresas públicas.
Papaconstantinou declaró que las negociaciones que empezarán el lunes en Atenas con los equipo del FMI, de la Comisión Europea y del Banco Central Europeo (BCE), "si la nube volcánica islandesa lo permite", se centrarían en las condiciones para la concesión de los préstamos.
Subrayó que Grecia está cumpliendo con sus obligaciones tanto en términos de consolidación fiscal como de reformas estructurales.
El ministro añadió además que los países de la zona euro le han garantizado que están llevando a cabo sus procedimientos internos para poder aprobar los préstamos, citando el ejemplo de Holanda, que se ha asegurado una "aprobación tácita" del Parlamento para participar en la operación.
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