jueves, 8 de abril de 2010

Grecia cae más hondo en la crisis, sufren la banca y el euro

LONDRES.- Los mercados financieros castigaban a los bonos soberanos y a las acciones bancarias de Grecia el jueves, elevando los costes de endeudamiento del país a nuevos máximos históricos y dejando a Atenas a un paso de activar la red de seguridad financiera de la UE y el FMI.

El Gobierno no ha logrado convencer a los mercados de que puede ser solvente, después de que la prima que exigen los inversores para comprar bonos griegos sobre las notas de referencia alemanas ascendió por tercer día consecutivo a máximos históricos desde que Grecia se unió a la zona euro.

Pero el escepticismo ante la escasez de detalles respecto al plan de ayuda de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) continuaban agregando presión sobre un país ya complicado por cubrir su enorme déficit fiscal y su gigantesca deuda.

Chris Pryce, analista de la agencia de calificación de riesgo Fitch para Grecia, dijo que ahora Atenas sólo tenía la opción de pedir ayuda.

"Pese a todo lo que la UE y la zona euro han hecho, todavía hay una falta de claridad (y) confusión sobre lo que ellos intentan hacer, cuándo lo intentarán y cuánto estará involucrado", dijo el experto.

"Ahora depende del Gobierno griego ir públicamente a la UE y al FMI para pedir el efectivo y el apoyo (prometidos), el tema no puede demorarse", concluyó.

Los viceministros de Finanzas de la zona euro y los banqueros centrales probablemente discutan en la tarde del jueves los términos de los préstamos de emergencia que podrían ser extendidos a Atenas, dijo una fuente de la zona euro.

El Gobierno griego se ha comprometido a reducir el déficit de sus finanzas públicas en al menos un tercio, a un 8,7 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) este año, pero también es cauteloso ante la posibilidad de que estalle una convulsión social tras una serie de huelgas y protestas el año pasado.

Reacia a ceder a las presiones, Grecia insiste en que prefiere obtener financiación en el mercado y que usaría la red de seguridad financiera de la UE y el FMI sólo como un último recurso, algo en que insistió el jueves.

"Por el momento, no es necesario activar el mecanismo de ayuda. La red de seguridad de la UE y el FMI es una garantía de que Grecia no está solo", dijo el portavoz gubernamental George Petalotis.

El diferencial de rendimiento de los bonos a 10 años de Grecia y los Bunds alemanes se disparó casi medio punto porcentual hasta un máximo de 463 puntos básicos, mientras que el rendimiento del bono griego a dos años subió más de 100 puntos básicos, a casi un 8,0 por ciento.

Y los costes de asegurar bonos griegos a un año ante la moratoria, o credit default swaps, saltaron 125 puntos base, a 600, equivalente a 600.000 dólares por cada 10 millones de dólares en deuda, después de elevarse hasta un récord de 640 en el día, según Markit Intraday.

"Los niveles de los diferenciales de hoy (jueves) son una locura, no son los niveles para un país de la zona euro", dijo Panagiotis Dimitropoulos, tesorero de la firma Millennium Bank en Grecia. "Parece que Grecia está siendo presionada hacia el mecanismo de ayuda", agregó.

La agencia de calificación Standard & Poor's dijo que Grecia estaba en riesgo de rebaja de calificación si se mantienen sus altos costes de endeudamiento y el Gobierno no se maneja para enfrentar cualquier desviación de su plan de reducción de costes.

Pero el analista para Grecia de la agencia Marko Mrsnik dijo que el riesgo de suspensión de pagos era muy bajo.

Alemania, por su parte, mantuvo firme su postura respecto a que Atenas podría activar el mecanismo de seguridad financiera sólo como un último recurso, y un portavoz señaló que a pesar del alza en los costes de endeudamiento, "la postura del Gobierno sigue sin cambio".

Los problemas de Grecia llevaron al euro cerca de su mínimo de 2009 frente al dólar el jueves. La moneda única caía un 0,2 por ciento, a 1,3306 dólares, levemente por sobre su mínimo del 2010 de 1,3267 dólares.

Según un sondeo, 64 estrategas creen que la crisis erosionará al euro aún más allá, a los 1,30 dólares, en unos años.

Pese a la gran conmoción sobre los activos griegos y la espiral de los costes de endeudamiento, el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, dijo que no existía peligro de suspensión de pagos.

"Diría que tomando en cuenta toda la información que tengo, el 'default' no es tema para Grecia", sostuvo, después de que el BCE dejara estables los tipos de interés en un mínimo histórico del 1,0 por ciento y extendiera las normas que permiten que la deuda griega sea usada como garantía para obtener préstamos baratos del banco central.

El próximo gran desafío que afronta Grecia es pedir 11.000 millones euros antes de fines de mayo para pagar deuda y cubrir gastos.

Los bancos griegos, que han pedido el desembolso de 17.000 millones de euros restantes en un paquete para hacer frente a la crisis, veían a sus acciones retroceder más de un 7,0 por ciento el jueves.

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