lunes, 12 de abril de 2010

La Comisión Europea defiende mantener una política fuerte de ayudas agrícolas

BRUSELAS.- El comisario europeo de Agricultura, Dacian Ciolos, afirmó este lunes que la crisis económica ha puesto en evidencia la necesidad de mantener una política fuerte de subvenciones agrícolas, pese a las críticas de los países en desarrollo que exigen una competencia equitativa.

La crisis, que ha llevado a la caída del consumo y disparado la volatilidad de los precios, demuestra que la intervención pública "tiene un papel más importante que nunca", declaró a un grupo reducido de periodistas el rumano Ciolos, horas antes de lanzar un debate para reformar la Política Agrícola Común (PAC).

El programa actual de la PAC, segunda partida presupuestaria de la Unión Europea (UE), expira en 2013 y su futuro divide a los Estados miembros, pese a que la mayoría están dispuestos a pelear por mantener unas ayudas fuertes.

Francia, primer beneficiario de las subvenciones, justo por delante de España, no dudará incluso en abrir "una crisis" en Europa para defender esta política, amagó recientemente su presidente, Nicolas Sarkozy. Sus detractores, como Gran Bretaña, abogan en cambio por continuar con una reducción gradual de las subvenciones, dejando el sector agrícola obedecer las reglas de libre mercado.

"Hay que encontrar el punto intermedio" entre el intervencionismo y el libre mercado, defendió Ciolos, recientemente nombrado en el puesto.

"El papel del mercado es importante, pero en situaciones de crisis" la PAC debe contar con "instrumentos" para intervenir y evitar "daños irremediables" para los agricultores, declaró, distanciándose de la postura de su predecesora, la danesa liberal Mariann Fischer Boel.

Interrogado sobre las críticas de los países en desarrollo, que estiman que estas subvenciones penalizan sus productos, el comisario subrayó que Europa "ha hecho muchos esfuerzos" por contrarrestar los efectos de su política, por ejemplo, "reduciendo enormemente las subvenciones a la exportación".

"No es que no me interese lo que piensen los demás de la PAC, para mí es importante, pero primero hay que definir nuestra política respecto a nuestros objetivos internos", subrayó, prometiendo a la vez que éstos "no afectarán de forma negativa a los socios exteriores".

La PAC representó en 2008 para los agricultores europeos más de 43.000 millones de euros en ayudas directas, equivalentes al 37% del presupuesto de la UE, un porcentaje que se ha recortado drásticamente respecto a finales de los años 1980, cuando superaba el 60%.

Con el lanzamiento formal del debate para la reforma de la PAC, se abre un periodo de reflexión en el seno de la UE que desembocará en la presentación de las propuestas de la Comisión Europea a los Estados miembros a principios de noviembre.

No obstante, el paquete legislativo propuesto por Bruselas no estará listo antes de julio de 2011, según Ciolos, que deseó que la reforma sea más exigente en cuanto a los criterios que se aplican a la hora de distribuir las ayudas y permita a la vez mejorar tanto el respeto al medio ambiente como la diversidad agrícola.

La PAC también ha sido criticada por beneficiar especialmente a un gran número de millonarios, como la reina de Inglaterra, o a los grupos gigantes de la agroalimentación.

En este sentido, Ciolos explicó que la Comisión propuso en su día a los Estados miembros un mecanismo para limitar las ayudas a los agricultores que más lo necesitan, "algo que la mayoría no quiso hacer".

Pero, para el futuro, advirtió: "tengo la intención de volver a atacar este problema en un contexto más amplio" para que la ayuda sea "distribuida de forma más eficaz", prometió.

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