martes, 27 de abril de 2010

La confianza del consumidor aumenta en EEUU

WASHINGTON.- Los pilares de la economía estadounidense parecen más robustos, tras difundirse el martes la mejor cifra de la confianza de los consumidores desde septiembre del 2008, cuando estalló la crisis financiera.

Por otro lado, surgieron reportes positivos de ganancias de empresas que van de Whirlpool a UPS.

Todo ello muestra una demanda mayor y un fortalecimiento de la recuperación económica. Incluso, los estadounidenses comienzan a sentirse un poco mejor sobre la situación del empleo.

La mayor preocupación que flota en el ambiente sería la vivienda. Ese mercado ha dado señales de fortalecerse al cierre del primer trimestre, debido a los subsidios gubernamentales, pero sigue siendo frágil y podría debilitarse una vez que expire un programa de reembolsos.

UPS, la gigante de los envíos de paquetes, informó que las empresas de atención a la salud están encomendando el transporte de más dispositivos médicos, mientras que las firmas de alta tecnología hacen lo propio con sus productos, a medida que mejoran los negocios.

La fabricante de cosméticos Estee Lauder Cos. informó que más consumidores compraban productos de alto precio, incluida una crema para la piel que cuesta 130 dólares la onza (28 gramos).

El Indice de Confianza del Consumidor subió en abril a 57,9 puntos, de acuerdo con The Conference Board, un grupo privado investigador con sede en Nueva York. Se trata de un aumento respecto del índice revisado en marzo, que fue de 52,3 unidades.

Los economistas entrevistados esperaban 53,5 puntos.

La cifra de abril, difundida el martes, es la mayor desde los 61,4 puntos registrados en septiembre del 2008, antes de que el índice cayera tras la bancarrota de Lehman Brothers y el posterior colapso financiero.

Sin embargo, el indicador se ubica todavía muy por debajo de los 90 puntos, que suelen indicar que la economía está saludable.

Más consumidores en la encuesta señalaron que tenían previsto comprar automóviles o aparatos electrodomésticos, pero los planes de adquirir viviendas cayeron respecto de marzo, lo que sugiere que el mercado inmobiliario sigue presa de la incertidumbre y podría ser un lastre para una recuperación económica más robusta.

El indicador, que mide cómo se sienten los compradores sobre las condiciones de negocios, el mercado laboral y la perspectiva para los próximos seis meses, se ha recuperado desde febrero del 2009, cuando cayó a 25,3 unidades, su peor nivel de la historia.

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