"Es hora de que la UE cumpla sus promesas sobre desarrollo y garantice que los subsidios agrícolas benefician al sector rural europeo de una manera que no afecte negativamente" a las naciones pobres, reclamó en una conferencia Eveline Herfkens, fundadora de la Campaña del Milenio de Naciones Unidas.
Bruselas abrió a mediados de mes un debate para reformar la Política Agrícola Común (PAC), que absorbe alrededor del 40% del presupuesto anual de la UE, cuando expire el actual programa, en 2013.
El objetivo es decidir cómo se seguirá subvencionando a los agricultores y según qué criterios, un debate que divide los Estados miembros entre grandes beneficiarios de la PAC, como Francia y España, partidarios de una política fuerte, y los más liberales, como Gran Bretaña, favorables a dejar que el sector obedezca a las reglas del libre mercado.
Para Herfkens, los cambios deben ir encaminados a acabar con las subvenciones a la exportación que reciben los agricultores, una directriz que la UE ha ido adoptando en los últimos años, pero de forma "insuficiente".
"Las exportaciones cuentan para los países en desarrollo. Si exportaran el doble, la pobreza se reduciría un 13%", afirmó Herfkens, defendiendo que la actual PAC supone un impedimento para los Objetivos del Milenio de erradicar la extrema pobreza.
"No se trata del monto de las subvenciones, sino de los criterios que se utilizan" a la hora de distribuirlas, señaló por su parte Teresa Cavero, directora de investigación de la ONG Intermón Oxfam, para quien las ayudas a los agricultores deberían ir dirigidas a "crear empleo, fomentar una agricultura sostenible y mitigar el cambio climático".
Según Intermón Oxfam, no es cierto que las últimas reformas de la PAC hayan fomentado una disminución de la producción y exportación de productos. Entre 2006 y 2009, la producción de cereales aumentó un 10% en la UE y la exportación se disparó un 45% entre 2006 y 2008, según un informe que será publicado "en breve", explicó Cavero.
"El espíritu de Doha ha sido traicionado por los países ricos por sus posiciones intransigentes en temas como la agricultura", dijo, en alusión a las estancadas negociaciones en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para la liberalización del comercio mundial. Si Europa quiere "libre mercado y liberalización", que lo haga "con un mercado abierto y compita abiertamente" con el resto de países, destacó.
El comisario europeo de Agricultura, Dacian Ciolos, abogó recientemente por "encontrar el punto intermedio" entre intervencionismo y liberalismo económico en la reforma de la PAC. El papel del mercado es "importante", pero también hay que contar con "instrumentos" para intervenir y evitar" daños irremediables" a los agricultores en tiempos de crisis, dijo Ciolos.
Interrogado sobre las críticas a la PAC, respondió: "No es que no me interese lo que piensen los demás, pero primero hay que definir nuestra política respecto a nuestros objetivos internos".
La PAC representó en 2008 más de 43.000 millones de euros, equivalentes al 37% del presupuesto de la UE, un porcentaje que se ha recortado drásticamente respecto a finales de los años 1980, cuando superaba el 60%.
Según Alan Matthews, director del Instituto de Estudios de Integración Internacional, la actual PAC tiene tres defectos: estabiliza los precios europeos a "expensas de desestabilizarlos" en terceros países, "legitima" las medidas proteccionistas y cuestiona el papel de la UE en la seguridad alimentaria global, dijo este jueves en la conferencia de la ONU.
Las propuestas para reformar esta controvertida política serán presentadas el próximo noviembre por el comisario Ciolos.
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