"Todos estamos tratando de concluir la Ronda, y eso es perfectamente posible técnicamente, pero obviamente el ambiente político que necesitamos no está listo todavía", dijo Lamy al fin de una reunión mantenida con el ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Celso Amorim, en la sede del ministerio.
Para Lamy, las dificultades para conseguir cerrar la ronda de negociaciones se deben en parte a que el diálogo requiere el empeño de algunos jugadores importantes, "pero varios de ellos tienen problemas en casa".
Los enormes esfuerzos financieros que diversos países tuvieron que realizar en 2009 para superar los efectos de la crisis financiera global dejaron esas economías -incluyendo la Unión Europea, Estados Unidos y Japón- con su financiamiento público saturado.
"Esta es la situación, pero yo tengo esperanzas de que cambie. Hay países que usaron todo su poder financiero para maniobrar y salir de la crisis. Yo espero que la necesidad de superar la crisis y reducir el empleo pueda ayudar a crear este ambiente político", dijo Lamy a la prensa.
Lamy relató que conversó con Amorim "sobre cómo podemos movernos hacia la conclusión" de la Ronda de Doha, y recordó que varios de los principales interlocutores tendrán dos oportunidades este año durante las reuniones que el G-20 prevé para junio en Toronto y noviembre en Seúl.
Por su parte, Amorim acotó que también repasó con Lamy detalles de las negociaciones en marcha entre Brasil y Estados Unidos, después de que la OMC autorizase a Brasilia a aplicar sanciones comerciales a Washington a causa de sus subsidios al algodón.
Amorim estimó que esas negociaciones "no alejan ni aproximan a Estados Unidos de contribuir a la culminación de la Ronda de Doha, incluso porque es un asunto bilateral".
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