lunes, 12 de abril de 2010

Los sobornos cuestan un 9% del PIB en México

MÉXICO.- Los sobornos que tienen que pagar las empresas en México para agilizar trámites o conseguir permisos de operación, son equivalentes al 9% del PIB anual, reconoce Luis Foncerrada, director de estudios económicos del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

Esto, porque los empresarios tienen que separar cerca de 10% de sus ingresos anuales para costear con ellos los cohechos propios del sistema de gestión empresarial que priva en el país.

Al presentar la Iniciativa del Foro Económico Mundial (WEF), titulada “Alianza contra la Corrupción” (PACI, por su sigla en inglés), el funcionario evidenció a la corrupción como uno de los mayores obstáculos para el desarrollo empresarial.

Y observó que la regulación excesiva se ha convertido en el suelo fértil de las prácticas de corrupción.

De hecho, según el Reporte de Competitividad 2009 – 2010 del WEF, México ocupa el sitio 117 global de carga regulatoria para las empresas, en un comparativo de 132 países, con una calificación de 2.6 puntos, donde uno es el más bajo que podría obtener y 7 el más alto.

Por su parte el director asociado del WEF, Michael Pedersen, expuso que el caso de México no es aislado, pues a nivel mundial, estima que se tienen que pagar unos 1,300 millones de dólares para el pago de sobornos y cohechos, una práctica que enfatizó “menoscaba la ley y afecta a los mercados”.

Al presentar en México la iniciativa la iniciativa de la Alianza contra la corrupción, el experto del WEF dijo que México está en la parte media de los sobornos de América Latina.

Al remitirnos al reporte de Competitividad más reciente, resulta que los empresarios mundiales perciben que el gobierno de países como Nepal, Madagascar, Brunei, Camboya, Puerto Rico y Perú, resuelven con mayor objetividad la participación empresarial en el desarrollo público, que en México.

Pedersen llegó a México para promover la Iniciativa de la Alianza contra la Corrupción, encabezada por el Foro Económico Mundial, la Cámara Internacional de Comercio, Capítulo México.

Se trata de un acuerdo de buena fe, cuya firma no significa una obligación legal, que pretende adherir a más empresas a reducir las prácticas de corrupción y a adoptar una política de cero tolerancia al cohecho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario