miércoles, 21 de abril de 2010

Morales abre la cumbre con el mensaje "o muere el capitalismo o muere la Tierra"

LA PAZ.- El presidente Evo Morales, un aymara de izquierda, abrió el martes en Bolivia una conferencia mundial de unos 20.000 activistas para discutir propuestas contra el calentamiento global y difundir un claro mensaje: "o muere el capitalismo o muere la Tierra".

Igualmente, planteó que los países que no respeten acuerdos como el protocolo de Kioto sean juzgados por el Tribunal Internacional de Justicia.

"El capitalismo es sinónimo de inanición, el capitalismo es sinónimo de desigualdad, es sinónimo de destrucción de la madre Tierra. O muere el capitalismo o muere la Tierra", afirmó el mandatario, en la inauguración del evento en el poblado de Tiquipaya, vecino de Cochabamba, en el centro de Bolivia.

El mandatario, en un campo de fútbol frente a miles de personas, dijo que si los países desarrollados no respetan las conclusiones de eventos y siguen destrozando la madre Tierra, entonces debe presentarse una demanda ante la Corte Internacional de Justicia de las Naciones Unidas, con sede en La Haya.

Los países que deben ser juzgados son aquellos, por ejemplo, "que no respetan el Protocolo de Kioto y las nuevas iniciativas que salgan de los movimientos sociales" para defender a la naturaleza, agregó.

Tiquipaya es por tres días el centro de una conferencia mundial con delegados de 129 países que debaten propuestas para afrontar el cambio climático, que deben ser presentadas en la próxima conferencia sobre el clima de las Naciones Unidas, en noviembre en México.

El gobernante boliviano asumió en diciembre pasado el compromiso de organizar una reunión mundial de la sociedad civil tras criticar, junto a sus pares de Venezuela, Nicaragua y Cuba, las conclusiones de la conferencia mundial de Copenhague que -según él- no recogía consensos mínimos para evitar o frenar el calentamiento global.

La inauguración se realizó, en medio de una fiesta folklórica, en el estadio del poblado de Tiquipaya. El escenario deportivo no alcanzó a recibir a todas las personas que se acercaron a escuchar al mandatario.

Se vieron allí banderas de Bolivia, Perú, Chile, Ecuador, México y la infaltable 'whipala' -el ajedrezado símbolo multicolor de los indígenas andinos- y una bullanguera barra argentina que entonó cánticos izquierdistas de la década del 70.

Indígenas bolivianos quechuas y aymaras, de Chile, Perú, Centroamérica e incluso Estados Unidos y Europa llegaron a la inauguración, al igual que activistas contra la globalización de África, Africa y Oceanía, bajo el eslogan "cambien de modelo, no cambien el clima".

"Hay una profecía, este mensaje nos dice a la humanidad que tenemos que parar para no quitar la vida a la Pachamama (madre Tierra en lengua quechua)", afirmó Faith Gammill, quien dijo representar a indígenas de Alaska y Canadá.

Un momento difícil vivió Alicia Bárcena, representante del secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, cuando fue abucheada con fuerza en el estadio. Bárcena -secretaria general de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL)- amenazó con retirarse si los silbidos continuaban.

"Venimos con todo respeto a escuchar a los pueblos; nos han invitado ustedes pero si no quieren que estemos, nos podemos retirar", dijo, aunque luego pudo terminar de decir su discurso.

Un total de 17 mesas de trabajo fueron instaladas para debatir temas principalmente referidos a la formación de un tribunal de justicia climática, la convocatoria a un referendo mundial sobre el clima y la creación de un organismo paralelo a la ONU para reforzar políticas ambientalistas.

El encuentro termina el jueves en un cierre al que acudirán los presidentes Hugo Chávez (Venezuela), Daniel Ortega (Nicaragua), Rafael Correa (Ecuador) y Fernando Lugo (Paraguay).

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