miércoles, 28 de abril de 2010

Obama promete duras sanciones contra quienes contraten indocumentados

WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, destacó la necesidad de reformar el sistema inmigratorio del país y anunció duras medidas contra las empresas estadounidenses que contraten indocumentados de forma intencionada.

"Lo que quiero es un sistema en el que aseguremos nuestras fronteras (...) y que empecemos a tomar medidas duras contra las compañías que intencionadamente contratan trabajadores indocumentados y que hacen descender los salarios de los trabajadores estadounidenses", señaló Obama durante un discurso pronunciado en la localidad de Ottumwa, estado de Iowa.

El presidente norteamericano dijo que el Congreso debe trabajar en "una ley de sentido común" que establezca un aumento de la seguridad en las fronteras pero que reconozca también las necesidades humanitarias de los inmigrantes indocumentados que actualmente viven en Estados Unidos. "Espero que podamos tenerla pronto", indicó.

Obama, pronunció un discurso en Iowa en el que explicó que será necesario adoptar "decisiones duras" para recortar el gasto público y criticó a los republicanos por haber bloqueado en el Senado la tramitación de la ley de reforma financiera y en su opinión haber escamoteado a los ciudadanos un "debate honesto sobre esta propuesta".

Consciente de la preocupación que existe entre los ciudadanos de que se produzcan subidas de impuestos o se desboque el déficit público, Obama afirmó que habrían de tomarse "decisiones duras" para limitar los costes.

Obama se refirió también a la reforma financiera que pretende llevar a cabo su Administración, y que tras la aprobación de la reforma sanitaria ha pasado a ser una de sus principales prioridades políticas. El presidente resaltó que esta medida beneficiará incluso a los habitantes de pequeñas localidades como Ottumwa.

"Incluso en lugares tan lejanos como Ottumwa habéis sentido el impacto de lo que ellos hacen", afirmó Obama en referencia al sector financiero estadounidense simbolizado por la Bolsa de Wall Street, a la que una buena parte de los estadounidense creen culpable de la crisis por sus excesos.

El presidente criticó la maniobra de esta semana del Partido Republicano de bloquear la reforma financiera en el Senado, afirmando que "una cosa es oponerse a la medida, pero no es correcto negarse incluso a aceptar un debate legítimo y público sobre la reforma", aseguró Obama. "Los estadounidenses merecen un debate honesto sobre esta propuesta", afirmó el mandatario.

"Todo el mundo aquí sabe que existe un gran debate en torno a qué nos queda por hacer" afirmó Obama ante una audiencia compuesta por estudiantes universitarios de un colegio mayor de Ottumwa, en el sureste de Iowa, que añadió que pese a las dificultades se están produciendo avances económicos y las empresas empiezan a crear empleo otra vez.

"Son tiempos duros para las clases medias, que han tenido que nadar contra corriente durante años antes de que se desencadenara la tormenta económica", afirmó Obama, cuya tasa de aprobación en la actualidad apenas llega al 50 por ciento a siete meses de las decisivas elecciones legislativas de noviembre. Según los últimos datos la tasa de paro en Estados Unidos es casi del diez por ciento.

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