viernes, 30 de abril de 2010

Shanghai inaugura la mayor Exposición Universal de la historia

SHANGHAI.- Con una fastuosa ceremonia China inauguró este viernes la Exposición Universal más grande de la historia, con una ceremonia de fuegos artificiales y juegos de agua a orillas del río Huangpu que fue presenciada por una veintena de jefes de Estado y de gobierno.

Dos años después de haber organizado con gran éxito los Juegos Olímpicos, China intentará mostrar una vez más su capacidad para organizar eventos masivos, así como mostrar su creciente poderío político y económico.

Un total de 189 países -desde Estados Unidos hasta Corea del Norte- estarán presentes en Shanghai durante los seis meses del evento, que espera atraer a por lo menos 70 millones de visitantes, en su mayoría locales.

"¡La Expo2010 de Shanghai queda abierta!" exclamó el presidente chino, Hu Jintao, después de la entonación del himno nacional y de un desfile con las banderas de todos los países participantes.

La estrella del cine Jackie Chan realizaba uno de los actos musicales centrales del evento, en el que también tenían previsto presentarse el tenor italiano Andrea Bocelli, el pianista chino Lang Lang y el Soweto Gospel Choir sudafricano.

La gala -que terminaba con un espectáculo concebido por el equipo encargado de las ceremonias de inauguración y clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno de Vancouver- era de lejos la más vistosa y repleta de estrellas de la historia del evento.

Entre los invitados figuraban una veintena de jefes de estado y gobierno, como el presidente francés, Nicolas Sarkozy; el surcoreano, Lee Myung-bak, o el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.

"Queremos deslumbrar al mundo", había señalado Ignatius Jones, director artístico de la ceremonia, que incluye fuegos artificiales y juegos de agua a lo largo de 3,5 kilómetros del malecón de la ciudad.

Una vez las puertas del evento se abran el sábado, los 189 países competirán por exhibir sus mejores atributos al mundo, y en particular a los 1.300 millones de chinos. Este año, América Latina participa con un número récord de 19 países.

Dinamarca permitió que, por primera vez en la historia, la estatua de 'La sirenita' saliera de Copenhague. Francia trajo pinturas impresionistas y esculturas de Rodin, mientras que Italia apostó por obras del pintor renacentista Caravaggio. India llevará numerosas estrellas del cine de Bollywood, en tanto que Canadá ofrecerá los deslumbrantes espectáculos del Circo del Sol.

Algunas de las exposiciones universales pasaron a la historia por haber dejado obras arquitectónicas como la Torre Eiffel en París o la Aguja Espacial en Seattle, o por haber introducido al gran público adelantos como la televisión y la luz eléctrica.

En Shanghai, todas las miradas estarán puestas sobre el espacio de 5,3 km2 -dos veces el tamaño de Mónaco- que alberga el evento y sobre el diseño ultramoderno de los pabellones nacionales.

Algunos de los pabellones destacados incluyen la imponente 'Catedral de semillas' británica -con unas 60.000 varillas de acrílico que se mueven y capturan la luz-, el 'Cesto gigant'" de mimbre llevado por España y la pirámide invertida de color rojo de China.

Shanghai invirtió casi 60.000 millones de dólares en la infraestructura del evento, según la prensa local, una cifra mayor que la de los Juegos Olímpicos de Pekín de hace dos años. La ciudad sufrió una metamorfosis completa, gracias a la inauguración de nuevas líneas del metro y a la remodelación del mítico Bund, un paseo de dos kilómetros de largo a orillas del Huangpu.

La seguridad en la ciudad fue reforzada también con un equipo de policía paramilitar que revisa la documentación de visitantes locales y extranjeros y realiza inspecciones aleatorias en automóviles, trenes y barcos.

Organizaciones de derechos humanos han protestado por el silenciamiento de disidentes en los meses previos al evento y al supuesto rechazo de acreditaciones para los periodistas de un diario de Hong Kong conocido por su posición en favor de la democracia.

"La Expo de Shanghai aún no ha comenzado, pero el gobierno chino parece dispuesto a usar un evento internacional de alto perfil para demostrar su completa carencia de tolerancia hacia los derechos y las libertades universales", señaló Sophie Richardson, la directora de la sección de Asia de Human Rights Watch.

China afirma haber gastado 4.200 millones de dólares (3.159 millones de euros), el doble de lo que invirtió en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, para ser anfitriona de la mayor exposición mundial.

Es la Expo más cara hasta la fecha, pero los medios locales han informado de que el verdadero gasto, incluidas las mejoras de la infraestructura de la ciudad, estaría cerca de los 58.000 millones de dólares.

Subrayando el capital político que China ha adjuntado a la Expo, un evento que había perdido la atención mundial en los últimos años, varios líderes extranjeros asistieron a su inauguración.

Incluso Grecia, que actualmente trabaja en un acuerdo de rescate con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional para salvar al país de caer en la morosidad por su deuda, envió a un funcionario de alto rango como muestra de la importancia que tienen las buenas relaciones con China, que Atenas espera pueda ser una fuente importante de turismo e inversiones.

Grecia debió recortar su presupuesto para el pabellón en un 40 por ciento debido a sus problemas financieros, economizando en todo, desde el diseño a los folletos, pero estaba decidida a participar, dijo el viceprimer ministro, Theodoros Pangalos.

"Que Grecia iba a participar en la Expo de Shanghái fue una promesa a China y al pueblo de Shanghái, que hemos cumplido hoy. Nosotros no podíamos faltar en este evento internacional", afirmó.

La cosmopolita urbe de Shanghái espera a 70 millones de visitantes por la Expo, una media de casi 400.000 personas por día, aunque sólo un 5 por ciento serán extranjeros.

El presidente chino, Hu Jintao, hablando con Barroso, agradeció al mundo por apoyar el evento.

"A pesar de la llegada de la crisis financiera mundial mientras nos preparábamos para la Expo, mantuvimos nuestras promesas y realizamos vigorosos esfuerzos por lograr la meta de convertir la Expo 2010 de Shanghái en un evento exitoso, espléndido e inolvidable", declaró Hu.

La Expo ha sido acompañada de una fuerte seguridad, con visores de rayos-X para los bolsos en las estaciones de metro, la presencia evidente de policías y el reparto de folletos sobre el reconocimiento de bombas en las oficinas del distrito financiero de Pudong.

Muchos países han realizado esfuerzos extravagantes y gastado enormes cifras para mejorar su imagen en China. Entre los asistentes figuran no sólo grandes potencias como Francia, Rusia y Estados Unidos, sino también Turkmenistán, Omán, Costa Rica y otros países humildes.

Arabia Saudí gastó 146 millones de dólares en su pabellón con forma de nave espacial, que presenta palmeras con dátiles, mientras que India planea llevar a un grupo de estrellas de Bollywood para que realicen espectáculos en vivo.

A pesar del alboroto y la diversión que el evento promete, los preparativos de la Expo no carecieron de controversia.

Grupos de defensa de los derechos humanos se han quejado sobre las expulsiones forzadas de los residentes para hacer espacio para la Expo, la falta de compensación y la violencia contra quienes se quejaban.

Algunos pabellones nacionales aún no están listos.

Kuwait, Bután y Burkina Faso se retiraron de la Expo esta semana, dijeron medios locales.

Numerosos jefes de estado y de gobierno viajaron a China para asistir a la gran ceremonia de inauguración de la Exposición Universal de Shanghai este viernes por la noche.

Armenia: Serge Sarkissian (presidente)

Camboya: Hun Sen (premer ministro)

Congo: Denis Sassou Nguesso (presidente)

Comisión Europea: José Manuel Durao Barroso (presidente)

Francia: Nicolas Sarkozy (presidente)

Gabón: Ali Bongo Ondimba (presidente)

Kazajistán: Karim Massimov (primer ministro)

Kenia: Mwai Kibaki (presidente)

Malawi: Bingu wa Mutharika (presidente)

Mali: Amadou Toumani Touré (presidente)

Malta: George Abela (presidente)

Micronesia: Emanuel Mori (presidente)

Mongolia: Tsakhia Elbegdorj (presidente)

Países Bajos: Jan Peter Balkenende (primer ministro)

Corea del Norte: Kim Yong-Nam (número dos del regimen)

Autoridad Palestina: Mahmud Abbas (presidente)

Seychelles: James Michel (presidente)

Corea del Sur: Lee Myung-Bak (presidente)

Turkmenistán: Gurbanguly Berdimujamedov (presidente)

Vietnam: Nguyen Tan Dung (primer ministro)

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