miércoles, 21 de abril de 2010

Tras la crisis aeronáutica surgen las recriminaciones

BRUSELAS.- Las aerolíneas, que perdieron alrededor de 2.000 millones de dólares, trataban de ponerse al corriente para hacer que cientos de miles de personas llegaran a su destino el miércoles, tras una semana de parálisis casi total de la aeronáutica europea.

En tanto, comenzaron a surgir las recriminaciones sobre la respuesta caótica de los gobiernos europeos a la nube de cenizas emitida por un volcán en Islandia, fenómeno que fue el origen de la crisis aeronáutica.

Las autoridades de aviación civil defendieron sus decisiones de dejar en tierra los aviones la semana pasada y de reanudar posteriormente los vuelos, tras una serie de críticas de los ejecutivos de las aerolíneas, quienes consideran que las decisiones se basaron en datos erróneos o temores infundados.

Las cancelaciones provocadas por la erupción volcánica dejaron a millones de personas en el limbo ante la falta de vuelos, causaron graves pérdidas a las aerolíneas y otras empresas e incluso amenazaron la incipiente recuperación económica en Europa.

Una agrupación de la industria aeronáutica consideró que los estragos financieros fueron peores que los ocasionados por el cierre de tres días de los aeropuertos de todo el mundo tras los atentados terroristas del 2001 en Estados Unidos.

Fue una lección sobre cuán dependiente se ha vuelto la humanidad respecto del transporte aéreo, la vulnerabilidad de una industria vital y la confusión que puede producirse cuando cada país decide por sí mismo cómo manejar un problema que trasciende las fronteras.

El espacio aéreo en buena parte de Europa se reabrió el miércoles, luego que la colosal pero invisible capa de cenizas comenzó a disiparse, para quedar en niveles considerados seguros. Persistían las restricciones sobre algunas partes de Gran Bretaña, Irlanda, Francia y los países escandinavos.

Los pizarrones electrónicos en los aeropuertos más grandes de Europa _el Heathrow de Londres, el Charles de Gaulle de París y el de Francfort, en Alemania_ mostraron que alrededor del 80% de los vuelos se desarrollaba conforme al itinerario. Mientras, las aerolíneas comenzaban a llenar los asientos vacantes con las personas que habían quedado varadas por días.

Pero en vista de que fueron cancelados 102.000 vuelos en todo el mundo durante los últimos días, las aerolíneas tardarían al menos una semana más en lograr que todos los viajeros que sufrieron demoras lleguen a su destino.

En Islandia, el volcán que hizo erupción debajo de glaciar Eyjafjallajokull siguió activo el miércoles, arrojando borbotones de lava y produciendo temblores de tierra. Sin embargo, ya no emitía la fumarola de cenizas y humo que llegó a alcanzar una altura de entre seis y 10 kilómetros (cuatro a seis millas), como lo hizo en los días anteriores.

"Hay mucha menos emisión de cenizas y la fumarola es baja", dijo Gudrun Nina Petersen, de la oficina meteorológica de Islandia, quien añadió que los vientos ligeros impidieron que la ceniza se acercara a las zonas de tránsito aéreo intenso.

Sin embargo, los científicos en el Instituto Federal de Tecnología de Zurigh dijeron en un análisis inicial de muestras recolectadas el fin de semana sobre esa ciudad, por globos meteorológicos, que las preocupaciones de seguridad eran fundadas y el volcán podría volverse incluso más peligroso.

La concentración de partículas era "muy alta", de más de 600 microgramos por metro cúbico, de acuerdo con el profesor Thomas Peter.

Además, la composición del magma parecía cambiar, a una forma que podría resultar más explosiva. Peter Ulmer, profesor de petrología, dijo que el magma tiene ahora una mayor concentración de silicatos.

De continuar esta erupción o si el volcán cercano de Katla entra también en actividad, "esto podría llevar a la más temida de todas las erupciones, denominada plinia", explicó Ulmer.

Esa erupción debe su nombre a Plinio el Joven, quien atestiguó la destrucción de Pompeya causada por el Vesubio en el 79 a.C. Semejante fenómeno podría durar por semanas o meses, dijo el profesor.

En Londres, el secretario de transporte británico, Andrew Adonis, negó que el gobierno hubiera decidido reabrir los cielos bajo presiones de las aerolíneas. "Por supuesto querían poder hacer volar sus aviones, pero eso no ha sido lo que estuvo aquí en juego", dijo a la BBC.

Sin embargo el director general de British Airways, Willie Wahsh, opinó que "no era necesario prohibir el jueves pasado todos los vuelos sobre el Reino Unido. Mi opinión personal es que podíamos haber seguido operando en condiciones de seguridad durante un período".

En Berlín, Giovanni Bisignani, titular de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, calificó de "devastadoras" las pérdidas por la veda de vuelos durante seis días e instó a los gobiernos europeos a examinar los medios de compensar a las aerolíneas por los ingresos perdidos, como hizo el gobierno de Estados Unidos después de los ataques terroristas del 2001.

No hay comentarios:

Publicar un comentario