lunes, 10 de mayo de 2010

Alemania y Países Bajos ven insuficiente el recorte del déficit anunciado por España

BRUSELAS.- Alemania y Países Bajos ven insuficiente el recorte adicional del déficit anunciado por España para calmar a los mercados y recuperar la confianza y así se lo hicieron saber ayer a la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, durante la reunión extraordinaria del Ecofin en la que se creó un fondo de rescate dotado con 750.000 millones de euros para ayudar a los países con problemas para refinanciar su deuda, informaron fuentes diplomáticas.

En el acuerdo para crear este fondo sólo se nombra explícitamente a dos países, España y Portugal. Y se les menciona para destacar que la UE "celebra y respalda enérgicamente el compromiso de Portugal y España de adoptar medidas adicionales significativas de consolidación en 2010 y 2011", que deben presentarse en el Ecofin del 18 de mayo. La Comisión examinará la idoneidad de estas medidas en junio.

Tras recibir presiones de la UE, Salgado anunció este domingo que adoptará nuevas medidas de ajuste para reducir el déficit un 0,5% del PIB este año equivalente a 5.000 millones de euros, y del 1% para 2011 (10.000 millones de euros).

Hasta ese momento, España se resistía a un mayor esfuerzo de consolidación alegando que la subida del IVA prevista para julio sería suficiente y, a diferencia de Portugal, que ya anunció nuevas medidas la semana anterior tras llegar a un acuerdo entre Gobierno y oposición, no cedió hasta el final.

Las medidas serán detalladas por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en su comparecencia parlamentaria del próximo miércoles. Pero Alemania y Países Bajos ya las consideran insuficientes y defienden un recorte mayor para recuperar la confianza.

Sin embargo, la mayoría de ministros de Economía de la UE cree que la reducción adicional del déficit será suficiente y ahora esperan la concreción de las medidas, aseguraron las fuentes consultadas.

Por su parte, la Comisión considera que España debe adoptar más medidas de ajuste fiscal para "no dejar un flanco abierto a los especuladores", según dijo el portavoz de Asuntos Económicos, Amadeu Altafaj.

El Ejecutivo comunitario celebró el anuncio de Salgado pero eludió concretar si las nuevas medidas serán o no suficientes porque todavía no se han hecho públicas y no las ha evaluado.

El portavoz aseguró que ni España ni Portugal se plantean pedir la activación de este fondo de rescate.

También Salgado dijo este domingo que España no hará uso de este mecanismo. Fuentes comunitarias explicaron que en las conclusiones del Ecofin se les menciona porque "son evidentemente los países que han sido víctimas de las turbulencias de los mercados las últimas semanas y para los que hay inquietudes legítimas".

No obstante, destacaron que el fondo de rescate "es un instrumento abierto a todos los Estados miembros".

"Si las conclusiones de los ministros ponen el acento en España y Portugal es para insistir en un punto evidente: que la creación de un mecanismo es útil pero que el fondo no debe ser una acción que se desarrolle de forma aislada, sino que un elemento esencial es abordar las causas de la inestabilidad. Y las causas de la inestabilidad son las finanzas públicas que no están en una situación tan buena como sería deseable", señalaron las fuentes.

El nuevo fondo de rescate de 720.000 millones de euros consta de tres tramos. En primer lugar, una ayuda directa del presupuesto comunitario por valor de 60.000 millones de euros que sería la primera en activarse en caso de necesidad por la rapidez con la que puede movilizarse el dinero. Se trata de ampliar un instrumento que ya se ha usado durante la actual crisis para países de fuera de la eurozona (Hungría, Rumanía y Letonia).

Este instrumento incluye una línea de crédito que podría activarse con carácter preventivo, sin necesidad de llegar a una situación de casi quiebra como ha ocurrido con Grecia.

En segundo lugar, los países de la eurozona movilizarán en los mercados financieros 440.000 millones de euros para un periodo de tres años mediante garantías públicas proporcionales al peso de cada Estado en el Banco Central Europeo (BCE).

Con este dinero se darán préstamos o se comprará deuda pública del Estado en dificultades. La concesión de estas garantías requiere autorización parlamentaria en una decena de países, como en el caso de Grecia, pero ello podría lograrse en cuestión de semanas, según las fuentes consultadas.

Además, con este instrumento se podrían movilizar incluso fondos adicionales ya que la deuda adquirida podría colocarse en el BCE a cambio de inyecciones de liquidez.

Finalmente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) aportará al fondo un total de 250.000 millones de euros. A cualquier país que pida la activación de las ayudas se le exigirá un programa de ajuste adicional, como en el caso de Grecia.

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