Aunque el informe revela que el precio no es el único factor que condiciona los hábitos de compra de los consumidores, un 76,2% reconoce percibir descuentos superiores al 10% cuando adquiere una marca del distribuidor, y un 17% en el caso de descuentos superiores al 30%.
Además, casi seis de cada diez compradores (59,5%) considera que la diferencia de precios entre una marca y otra erradica en el menor gasto en publicidad. En este sentido, un 36,1% de los consumidores cree que estos productores en ocasiones están elaborados por el mismo fabricante, frente a un 44%, que considera que siempre tienen la misma procedencia.
Por productos, el 68,9% de los consumidores afirma que consume habitualmente leche de marca blanca, y un 72,3% adquiere con asiduidad otros productos lácteos.
Legumbres y arroces y pastas alimenticias son los dos productos más demandados en la marca del distribuidor, adquiridos habitualmente por el 74,6% y el 76,5% de los consumidores, respectivamente.
Según el estudio, la marca blanca ha alcanzado la posición actual gracias a un cambio en el enfoque en el suministro, ya que durante años las marcas del distribuidor han sido producidas "a regañadientes" por la industria marquista, sólo para dar salida a los excesos de capacidad de producción y "en esperanza de un trato de favor para sus marcas" en los lineales venta de las grandes cadenas.
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