Según recoge el Informe de Estabilidad Financiera de junio del BCE, los bancos de la eurozona realizaron amortizaciones por su exposición al crédito entre 2007 y 2009 por 238.000 millones de euros. Además, apunta que podrían registrar en 2010 pérdidas de hasta 123.000 millones de euros, que en 2011 serán de 105.000 millones de euros.
El Banco Central Europeo considera que el aumento de los riesgos de la deuda soberana y los posibles efectos de la necesaria consolidación fiscal en muchos países de la eurozona puede poner en riesgo el crecimiento en la zona, lo que a su vez aumentaría las provisiones para pérdidas derivadas del crédito.
Respecto a la actual previsión, este descenso en comparación con la de diciembre se debe principalmente a que las amortizaciones por valores para este periodo se han reducido en 43.000 millones de euros, hasta los 115.000 millones de euros.
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