martes, 11 de mayo de 2010

El FMI no ve "factible ni deseable" estabilizar la deuda pública en el corto plazo

WASHINGTON.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) asegura que "no es factible ni deseable" tratar de estabilizar la deuda pública en el corto plazo, dado el riesgo que existe en Europa de "una recaída en la recesión", así como por la magnitud de la contracción fiscal que es necesaria actualmente.

En su informe sobre perspectivas económicas regionales para Europa, el FMI subraya, sin embargo, que los indicadores de sostenibilidad están emitiendo "señales de alarma" en torno a la deuda pública en la mayoría de los países, por lo que es preciso realizar "esfuerzos considerables en materia de consolidación fiscal" a medio plazo. Además, apunta que esta necesidad es "apremiante" en el caso de los países cuya credibilidad fiscal ya es baja.

En esta línea, resalta que la política fiscal ha protegido la demanda agregada y el consumo privado mediante medidas discrecionales de estímulo y el funcionamiento de los estabilizadores automáticos, "evitando que la perturbación se dejara sentir con toda su fuerza".

El FMI reconoce que es necesario aplicar políticas macroeconómicas de apoyo para garantizar una recuperación autosostenida, pero recuerda que "los costos y los límites de muchas intervenciones para hacer frente a la crisis preocupan cada vez más". "Esas inquietudes se hacen más patentes en el ámbito de la política fiscal, pero también se dejan sentir con respecto a las políticas monetaria y financiera", agrega.

Asimismo, alerta de la posibilidad de contagio entre los diferentes ámbitos de las políticas y los distintos países, lo que requiere que la salida de esas estrategias de crisis "sea coordinada y secuencial, especialmente en la UE y en la zona euro". En su ausencia, la retirada de las garantías de depósito reforzadas desencadenará flujos de capitales oportunistas en los mercados de la UE, que se hallan estrechamente integrados.

El Fondo apunta que la crisis griega es un recordatorio "muy claro" de las deficiencias que, desde hace mucho tiempo, padece la arquitectura fiscal de la zona. "Para remediar esas deficiencias será necesario fortalecer la disciplina fiscal en los tiempos de bonanza y adoptar procedimientos de gestión", defiende.

Por otro lado, el FMI apunta que la recuperación económica en los países europeos se está produciendo de forma "moderada y desigual", y que está siendo respaldada por el repunte del comercio mundial y las políticas de estímulo. En cambio, señala que sigue siendo lenta en comparación con otras regiones del mundo, debido a que la crisis afectó al Viejo Continente "de forma más intensa".

En este sentido, reconoce que se prevé una recuperación del crecimiento económico de la región entre 2010 y 2011, que el FMI cifró en el 1% este año para la zona euro y de 1,5% en el próximo, aunque alerta de que es "probable" que los factores determinantes de la recuperación tradicionales actúen con menos fuerza de lo habitual.

"En el corto plazo, las exportaciones, las políticas de apoyo fiscal (incluidas las medidas de estímulo rezagadas, como la inversión en infraestructura) y un repunte de las existencias seguirán favoreciendo el crecimiento. Las mejoras en la confianza de los inversores y los consumidores deberían estimular la demanda interna", recalca.

No obstante, la institución dirigida por Dominique Strauss-Kahn asegura que, dado que también se prevé un aumento del desempleo y que la persistencia de las dificultades en el sector bancario probablemente restringirá la oferta de crédito, se mantendrá "la atonía del consumo y la inversión".

Respecto a España, el FMI recuerda que el país saldrá lentamente de la recesión y que la economía seguirá en contracción en 2010. Por ello considera que tanto España, como Irlanda y Portugal, necesitan continuar adelante con los planes existentes de consolidación fiscal.

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