martes, 4 de mayo de 2010

El pánico al contagio de Grecia y los rumores tumban al Ibex, que se desploma un 5,41%

MADRID.- El Ibex 35 registró hoy la segunda mayor caída del año (-5,41%), que lo situó por debajo de los 10.000 puntos por primera vez desde julio de 2009 (9.859,1), arrastrado por el pánico al contagio de la crisis griega tras surgir el rumor de que España necesita ayuda y de que Fitch podría rebajar el 'rating' de la deuda española. Los grandes bancos, Santander y BBVA, pierden más de un 7%. Pánico vendedor en toda regla.

El Ibex abrió hoy en negativo y a lo largo de la sesión ha pronunciado los descensos, tras la aparición de rumores en el mercado sobre la posibilidad de que España pueda necesitar ayuda como Grecia. La incertidumbre ha lastrado la confianza de los inversores y los expertos advierten que se deben despejar las dudas sobre España para que los mercados abandonen la volatilidad.

Luego logró contener las caídas hasta que el miedo de los inversores se desbordó y hundió al selectivo más de un 5% durante algunos momentos de la sesión, poniendo en peligro incluso el soporte de los 9.800 puntos.

El mensaje del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien consideró una "absoluta locura" y un "despropósito descomunal" el rumor de que España necesitará una ayuda de 280.000 millones de la Unión Europea, no logró frenar la sangría al cierre de la sesión. Ni siquiera lo hizo el anuncio de Fitch de que mantiene el rating triple 'A' de España con perspectiva estable.

El mayor descenso fue para Sacyr Vallehermoso (-10,15%), seguida de Telecinco (-8,41%), BBVA (-7,59%) y Banco Popular (-7,34%). Banco Santander, por su parte, se dejó un 7,08%, mientras que Bankinter cedió un 4,80%, seguido de Banco Sabadell (-4,47%) y Banesto (-4,40%). Repsol YPF perdió un 4,4% y Telefónica, un 3,75%.

Los analistas subrayan que además del miedo al contagio y la incertidumbre, el temor a que las ayudas a Grecia no sean suficientes están lastrando a todos los mercados.

El mercado comenzó a especular con que España estaba en conversaciones con el FMI y Bruselas para pedir una hipotética inyección financiera de 228.000 millones de euros.

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