sábado, 8 de mayo de 2010

España inspira su política económica en Peggy Lee y Sinatra / Irwin Stelzer *

La cantante Peggy Lee nunca se ofreció como asesora económica, pero su famoso éxito de 1947, "Mañana", incluía versos tan proféticos como "mi bolsillo necesita dinero; hace tiempo tuve dinero; mi hermano no está trabajando". Todo para dejarlo para mañana.Ésta parece ser la canción fetiche del presidente del Gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.

La economía de su país continúa en declive: España lleva en recesión siete trimestres; su tasa de desempleo, cercana al 20%, dobla la de la eurozona; su déficit público alcanza el 11,4% del PIB; Moody's sitúa a España en lo alto de su "índice de miseria" --la suma de la tasa de desempleo y el déficit--.

El banco central espera que el crecimiento del próximo año sea un anémico 0,8% y no ve una significativa caída del desempleo este año o el próximo. Standard & Poor's ya ha rebajado la calificación de crédito de España y la perspectiva de "estable" a "negativa".

A todo lo cual, Zapatero ha estado respondiendo con ataques a los medios de comunicación anglosajones y al "modelo neoconservador basado en el capitalismo", el ministro de Industria, Miguel Sebastián, con la insistencia de que los problemas son "importados" --en línea con Gordon Brown--, y el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, con la acusación de que los problemas de España se deben "al pensamiento neoconservador pregonado por el presidente de Estados Unidos George W. Bush, que ha tenido como consecuencia un capitalismo sin límites".

Ahora, bajemos al mundo real: un mundo en que los inversionistas han dejado claro que saben que el rescate griego anunciado por los gobiernos de la eurozona no es tal cosa, de manera que Grecia sigue pagando el doble (unos 3,5 puntos porcentuales más) para tomar prestado dinero que lo que hace la sólida Alemania.

Cualquiera que dude de que la canciller alemana, Angela Merkel, hará todo lo que esté en su mano para evitar gastar el dinero de sus votantes en un rescate que considera un derroche, no entiende la política y las sensibilidades alemanas.

España tiene emitida deuda soberana por US$1 billón, (millones de millones) y, según Desmond Lachman, de American Enterprise Institute, una deuda externa bruta de "un asombroso 135% del PIB". Todavía peor para las perspectivas de España, "la economía española ha perdido incluso más competitividad en precios y salarios que la economía griega".

Lo que nos lleva al asunto clave: ¿El Gobierno de Zapatero tiene la voluntad de tomar las medidas dolorosas que llevarán a España a recortar el déficit público del 11,4% al 3% en 2013? Parece que no.

Sí, la edad de jubilación aumentará gradualmente desde los 65 años hasta los 67 a partir 2013, y habrá un recorte del 87% en las contrataciones de funcionarios. Pero la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, dice que sólo 4,1 puntos porcentuales del recorte del déficit de 8,4 puntos hasta 2013 provendrá de reducir el gasto. El resto provendrá de aumentos de impuestos y de la persecución del fraude fiscal (1,1 puntos porcentuales) y del crecimiento económico.

El Gobierno asume que la economía crecerá al 3% en 2012 y 2013. Es el único que lo cree. El banco central espera que el crecimiento sea sólo la mitad de lo previsto por el Gobierno. Ángel Laborda, un economista de Funcas, una fundación de las cajas de ahorro, dice que es más realista asumir un crecimiento que no exceda del 2% hasta 2014.

Todo esto no le importa a Zapatero. Continúa dándole más importancia a la solidaridad social que a la prudencia fiscal. En realidad, es una bonita forma de decirlo. Más precisamente, el presidente le da más importancia a contentar a sus amigos de los sindicatos que a poner en práctica las reformas necesarias, que van más allá de un programa de austeridad eficaz.

El mercado de trabajo es un caos: una combinación de trabajadores que no pueden ser despedidos, y otros con contratos de trabajo temporales sin ninguna estabilidad. La productividad es baja. Las cajas de ahorros siguen lastradas por los préstamos morosos vinculados a los promotores inmobiliarios.

Pero todo esto se deja para mañana, o como dice Frank Sinatra en otra canción: "Domani, forget domani. Let's forget about tomorrow for tomorrow never comes" ("Domani, olvida domani. Olvidemos el mañana, porque el mañana nunca llega")

(*) Irwin Stelzer es asesor empresarial y director de estudios de política económica en el Hudson Institute.

http://online.wsj.com/article/SB127056133794072883.html?mod=WSJS_opinion_LeftFeatures

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