sábado, 22 de mayo de 2010

Giscard quiere vínculos más estrechos con Alemania

PARÍS.- Francia y Alemania deben reconstruir su relación estrecha para sacar a Europa de su crisis financiera, consideró Valery Giscard d'Estaing, el ex presidente francés que dedicó su vida a forjar una Europa unificada.

Giscard d'Esteing culpó a la nueva generación de líderes europeos por no prever las dimensiones de la crisis ni actuar lo suficientemente rápido para lograr la recuperación del continente.

"Las dudas que se presentaron durante el último mes y medio en la cuestión de la ayuda a Grecia tuvieron efectos muy negativos. Llegamos a una buena solución, pero después de debates que pudimos haber evitado y que, al menos en el caso de Alemania y Francia, no debieron ventilarse en público", opinó.

Deploró el deterioro en el papel protagónico de Francia y Alemania dentro de la toma de decisiones en la Eurozona, y consideró esencial para París y Berlín el revivir su prominencia política.

"Desafortunadamente, el sistema europeo se ha distanciado un poco de la práctica que creamos, que era la intimidad franco-alemana. Nos alejamos de esta práctica y deseo que la retomemos".

Aseguró que la práctica referida "volverá, porque es una necesidad absoluta".

"Verán que... si no hay acuerdo entre Francia y Alemania, las decisiones deseables no se tomarán", vaticinó.

Francia fue uno de los principales impulsores de la creación del euro en 1992, que marcó la culminación de medio siglos de esfuerzos por integrar a Europa. El hecho de que Grecia haya estado al borde del colapso, la colosal deuda pública y la caída del euro han llevado a que algunos en Francia pregunten si esa moneda común debería seguir existiendo, y qué pasaría en Europa en caso contrario.

La portada más reciente del semanario izquierdista "Le Nouvel Observateur" mostró una refulgente moneda de 2 euros, en llamas, con el apocalíptico titular: "¿Deberíamos quemar el euro?"

En el diario conservador Le Figaro, el ex primer ministro Eduard Balladur pronosticó: "Si el euro desapareciera, Europa desertaría de la historia".

Giscard d'Estaing nació en Alemania, donde su padre sirvió en las fuerzas militares después de la Primera Guerra Mundial. Peleó en la Segunda Guerra Mundial, fungió como ministro de Finanzas bajo las órdenes del presidente Charles de Gaulle y fue mandatario francés de 1974 a 1981.

A los 84 años, analiza la crisis actual con la frialdad y la larga visión de un estadista que ha vivido otras crisis, incluidas las fluctuaciones violentas de las divisas que los líderes europeos esperaban combatir con la creación del euro.

"El euro no desaparecerá", aseguró Giscard d'Estaing.

"La primera consecuencia de ello sería un regreso a las devaluaciones competitivas, porque ninguna de las divisas que están ahora en el euro conservaría su paridad si el euro desapareciera. Probablemente tendríamos una revaluación del marco alemán y ciertamente la devaluación de buena parte del resto de las divisas, con tasas variables, en fin, un desorden total".

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