martes, 11 de mayo de 2010

La especulación supone al Estado español un sobrecoste anual de 1.400 millones de euros

MADRID.- Los fuertes movimientos especulativos que se están llevando a cabo contra la deuda pública española y el euro en los mercados financieros están provocando un sobrecoste en la financiación del Estado de 1.403 millones de euros, según el colectivo de técnicos del Ministerio de Economía y Hacienda (Gestha).

Este colectivo calcula que de mantenerse una sobretasa de un 1% (100 puntos básicos) en el diferencial español con el bono alemán a diez años, cada familia española de cuatro miembros tendrá que pagar una media de 120 euros al año adicionales.

Los técnicos recuerdan que el martes de la semana pasada se alcanzó el pico de 200 puntos básicos de diferencial con el bono alemán a diez años, que se ha rebajado a 100 puntos ayer mismo, gracias al plan de rescate aprobado en la madrugada del domingo pasado por los ministros europeos de Economía.

Según Gestha, estos movimientos provocan un aumento adicional de los intereses de financiación que pagan Estado y administraciones públicas, al endeudarse cuando los ingresos son menores que los gastos públicos debido a las inversiones en infraestructuras y equipamientos, el mantenimiento del bienestar social o las medidas para reactivar la economía.

Los técnicos de Hacienda explican que el Estado se financia emitiendo deuda pública que compran los inversores (bancos, aseguradoras, fondos de pensiones e inversión y particulares) a los que paga un interés que se fija en subasta en función de la oferta y la demanda.

Los costes de financiación se mueven en relación con su nivel de solvencia, es decir, el grado de seguridad que tienen los inversores de que no van a sufrir un impago.

Esta evaluación es compleja, y el mercado confía en la valoración que hacen las agencias de calificación crediticia, que puntúan la deuda de los Estados y los valores, así como las acciones de las empresas.

Según el secretario general de Gestha, José María Mollinedo, "cuanta mejor nota, menos interés tendrá que pagar un Estado para financiarse. Es decir, "cuanto más solvente o fiable resulte una economía menos le costará financiarse, y viceversa", incidió.

Gestha advierte de que uno de los factores que está influyendo en el encarecimiento de la financiación del Estado son los movimientos especulativos.

Estos actores del mercado (los especuladores) están apostando por la caída del euro, la deuda pública y las bolsas europeas, logrando que los valores sean más baratos y que las economías nacionales más débiles sufran descalabros por la dificultad de obtener un crédito cada vez más caro.

Los técnicos de Hacienda explican que los especuladores firman contratos millonarios para vender deuda pública en descubierto -que no tienen- a un precio más bajo que el actual. Esto en grandes volúmenes provoca una bajada mayor del precio, momento que aprovechan para comprarla más barata y efectuar la venta pactada. Su beneficio es esa diferencia de precio que afecta a quien vende.

Sin embargo, entre los daños que los especuladores provocan a los Estados está el pago de un mayor interés por parte del Tesoro por las siguientes emisiones de la deuda. Otro daño será la crisis o el hundimiento de las empresas por la dificultad o imposibilidad de financiarse por la falta de escrúpulos de los especuladores.

En este colectivo se incluyen los hedge funds, conocidos en España como fondos de inversión libres, que tienen un riesgo muy alto porque invierten muy por encima de su patrimonio. En el mundo existen unos 12.000 hedge funds, cuyo patrimonio es aproximadamente de 1,67 billones de dólares.

Uno de los problemas, según señala Gestha, es que los Estados no tienen apenas control sobre estos fondos de inversión (a quién pertenecen, de dónde procede el capital o quién dirige las inversiones) y, de hecho, la mayoría están domiciliados en paraísos fiscales.

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