martes, 11 de mayo de 2010

La Iglesia portuguesa espera un mensaje social del papa ante la crisis europea

LISBOA.- La Iglesia de Portugal espera que el papa Benedicto XVI lance un mensaje social ante la crisis que vive Europa durante la visita de cuatro días que inició este martes al país, donde protagonizará varios actos que se esperan multitudinarios.

Cientos de católicos han acampado ya en Fátima para ver de cerca los actos que realizará el Pontífice, y muchos lisboetas empezaban hoy a ocupar las sillas dispuestas en las orillas del Tajo, en el Terreiro do Paço -la enorme plaza de Comercio de la capital- horas antes de que se oficie la misa papal.

Se calcula que apenas habrá asiento para las autoridades e invitados de honor y los fieles más madrugadores entre los cerca de 200.000 que espera la Iglesia portuguesa en ese acto.

En Fátima, cuyas conmemoraciones son el motivo central de la visita papal, las previsiones son aún mayores y los religiosos y voluntarios que colaboran en la organización de la visita empezaron a adornar ayer el santuario con miles de flores blancas y amarillas.

El obispo auxiliar de Lisboa y coordinador de la visita papal, Carlos Azevedo, declaró en rueda de prensa que Bento XVI -como es conocido el Papa en portugués- trae un mensaje para la crisis económica y social de Europa e instará a que las organizaciones religiosas ayuden a quienes más sufren sus consecuencias.

El prelado criticó la falta de "conciencia ética" en la política y la decadencia de valores que ha impedido evitar esta crisis y señaló que sus efectos, como el desempleo, exigen simplicidad y austeridad y obligan a "encontrar una forma nueva de vivir".

Azevedo espera que con la visita del Papa se actualice el mensaje que surgió de Fátima en 1917, en una época también de gran crisis en Europa y se renueven sus pautas éticas y espirituales.

El décimo aniversario de la beatificación de dos de los tres niños pastores que protagonizaron las apariciones de aquel año es el motivo central de la visita del Papa a Portugal, que además de Lisboa y el santuario de Cova de Iría, donde llegará mañana miércoles, visitará Oporto el viernes.

Los preparativos para la misa que oficiará en la Avenida de los Aliados de la capital del norte luso tenían ya anoche ocupadas a sus autoridades, que han anunciado la intención de dar un gran homenaje a Benedicto XVI en las cinco horas que permanecerá en la ciudad.

Antes, en Fátima, el Papa protagonizará los actos religiosos más emotivos de la visita en la "Capelinha" (Capilla) de las Apariciones y la explanada del Santuario, donde la noche del jueves presidirá la procesión de las velas y el tradicional rosario.

Los cuerpos lusos de Policía han puesto en marcha un férreo dispositivo de seguridad en los lugares que visitará el Papa, donde no se permite ya estacionar vehículos y se han cortado calles y rutas de los servicios de transporte.

El Gobierno no ha declarado festivos los días de la visita pero las escuelas cerrarán y los funcionarios públicos podrán excusar su asistencia al trabajo en las ciudades y días que coinciden con la visita papal.

Además de los actos religiosos que presidirá en Portugal, un país de gran mayoría católica y diez millones de habitantes, el Pontífice se reunirá con el presidente luso, el conservador Aníbal Cavaco Silva, y el primer ministro, el socialista José Sócrates.

Su visita se inició hoy con una ceremonia en el aeropuerto internacional de Portela, en Lisboa.

La anomalía atmosférica impidió ayer la salida desde el archipiélago de Madeira de la Imagen Peregrina de la Virgen de Fátima, que lleva varios meses por las parroquias de esas islas y debe estar en los actos del Papa en Portugal.

Un experto en el secreto de Fátima

El papa Benedicto XVI conocido como brillante teólogo y profesor universitario, fue el encargado de explicar teológicamente el tercer secreto de Fátima, revelado por deseo de su predecesor Juan Pablo II exactamente hace diez años, en el año 2000.

El Papa alemán concede notable importancia al culto mariano, es decir, a la veneración popular de la Virgen María, por lo que programó una visita a uno de los santuarios más emblemáticos, el de Fátima, en Portugal, el próximo 13 de mayo.

En esa fecha, la Iglesia católica celebra la primera aparición, en 1917, de la Virgen a tres niños pastores: Jacinto, Francisco y Lucía en la localidad de Fátima, a unos 100 kilómetros de la capital, Lisboa.

Según la creencia, la Virgen apareció otras cinco veces a lo largo del año 1917 y durante esas apariciones realizó varias profecías, recomendaciones y entregó tres mensajes conocidos como'"Los tres secretos de Fátima'.

Sor Lucía, la única que sobrevivió de los tres pastorcitos y que murió en el 2005, pocos meses antes que Juan Pablo II, reveló decenios atrás los dos primeros secretos: en el primero se daba una visión del infierno, de las guerras que azotaron Europa, mientras que el segundo hablaba de cómo reconvertir el mundo a la cristiandad.

El texto del tercer misterio se mantuvo en secreto por muchos años y sólo fue revelado en el 2000, precisamente en Fátima. Según el Vaticano, se refería al atentado que sufrió Juan Pablo II el 13 de mayo de 1981 en la plaza de San Pedro, 64° aniversario de la primera aparición de Fátima, y a la lucha entre el comunisno ateo y la iglesia en el siglo XX.

Las interpretaciones del entonces cardenal Joseph Ratzinger y actual Papa, quien ejercía como prefecto para la Doctrina de la Fe, fueron publicadas en junio del 2000, y excluyen que se trate de revelaciones apocalípticas.

"Quien había esperado en impresionantes revelaciones apocalípticas sobre el fin del mundo o sobre el curso futuro de la historia debe quedar desilusionado. Fátima no nos ofrece este tipo de satisfacción de nuestra curiosidad", escribió.

Para el pontífice, el tercer secreto es ante todo un llamamiento a la conversión, a la oración y la penitencia. Diez años después, Ratzinger regresa a Fátima como el primer pontífice alemán de la era moderna para rendir homenaje a ese llamamiento.

"Su peregrinación a Fátima reviste particular interés porque el Papa fue el autor de ese importante comentario, que es una reflexión sobre la historia del siglo XX y un mensaje a Europa. Fátima es un lugar especial, donde el horizonte se amplía", comentó el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi.

Desde que inició su pontificado, en el 2005, Benedicto XVI ha multiplicado sus referencias a la Virgen María.

"Contrariamente a lo que muchos piensan, Benedicto XVI ve con ojos positivos las demostraciones de fervor popular como las que ocurren en Fátima", comentó el vaticanista Sandro Magister.

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