El estudio concluye que las empresas españolas tardan 98 días en pagar su facturas frente a los 54 de la media europea, lo que supone que arrastren su morosidad durante 44 días más que sus vecinos europeos.
El riesgo de las operaciones comerciales en España ha alcanzando su peor nivel desde 2004 situándose en 167, un nivel donde la intervención es necesaria para disminuir los niveles de riesgo.
En el ranking europeo, España se sitúa en el quinto lugar en nivel de impagos tras Portugal, Grecia, Chipre y República Checa. El 68% de las empresas españolas desconoce la Directiva europea contra la morosidad, que fija en 30 días el periodo máximo de pago.
Además, el estudio concluye que el 44% de los gestores de empresas españolas han perdido la confianza en recibir apoyo por parte de las entidades financieras para el pago de las facturas.
El director general de Intrum Justitia, Luís Salvaterra, afirmó que "para el 93% de los directivos la principal razón para el retraso de los pagos son los problemas financieros de sus clientes".
Salvatierra explicó que en España esta situación se ha convertido en "un verdadero círculo vicioso donde recibir los pagos con retraso es pagar con retraso y donde, además, el retraso intencional de los pagos es algo habitual".
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