jueves, 6 de mayo de 2010

Las medidas impuestas a Grecia, Portugal y España podrían castigar recuperación

PARÍS.- Los severos ajustes impuestos en Grecia, Portugal y España podrían castigar la recuperación económica en esos tres países, mientras las perspectivas siguen siendo favorables para sus vecinos, según los analistas, que no creen demasiado en una parálisis del crecimiento en la zona euro.Aumento del IVA (Impuesto al Valor Agregado), congelación o reducción de los salarios de los funcionarios, aumento de la edad para jubilarse: Grecia, Portugal y en menor medida España están tomando medidas para recortar rápidamente sus déficits.

"Estos países corren el riesgo de vivir profundas y largas recesiones durante unos tres años", advirtió el analista Henri Sterdyniak, del Observatorio Francés de Coyunturas Económicas (OFCE).Bajo la presión de los mercados, otros países podrían verse obligados también a tomar medidas más creíbles para controlar sus cuentas.

"Francia e Italia deberán ajustar sus finanzas públicas con bastante rapidez", anticipa en ese sentido Christian Saint-Etienne, profesor de la universidad de París-Dauphine."Hay un peso enorme sobre los países para reducir su deuda pública", considera Sterdyniak.

Sin embargo, pocos imaginan que otro países de la Eurozona -más allá de Grecia, España, Portugal e Irlanda- tengan que efectuar ajustes tan brutales, susceptibles de afectar una reactivación económica aún frágil."La cuestión pasa por la dosificación" de las nuevas medidas, advierte Saint-Etienne, para quien no se justificarían recortes drásticos."El núcleo (de la zona euro) se mantiene preservado", estima de su lado Sterdyniak.

"Se trata más de un problema de países dentro de la zona que de la zona en su conjunto", juzga por su parte Giovanni Zanni, economista de Credit Suisse, subrayando que mientras las tasas de las obligaciones de Estado griegas o portuguesas se disparan, las de Francia y Alemania siguen bajando.Para Saint-Etienne, si el ajuste presupuestario se limita a los países mediterráneos, el impacto en el crecimiento de la Eurozona sería de solo 0,2 a 0,3 puntos porcentuales.

Incluso podría ser nulo si los mercados se convencen finalmente de los esfuerzos presupuestarios consentidos hasta el momento, lo que tranquilizaría a los europeos y los incitaría a ahorrar menos y consumir más.

De todos modos, la línea que divide en dos a la zona euro afecta su imagen, una impresión reforzada por la lentitud del proceso que condujo finalmente al rescate de Grecia.Esta situación alimenta además la incertidumbre en cuanto a las perspectivas a corto plazo de la Eurozona y los temores de un contagio de la crisis griega.

Pero los economistas recuerdan que los grandes países de la zona euro siguen bien orientados para aprovechar la reactivación.La Comisión Europea revisó al alza el miércoles sus proyecciones de crecimiento para 2010 y 2011 en la Unión Europea, a 1% y 1,7% respectivamente (0,9% y 1,5% para la zona euro).

Estas previsiones toman en cuenta la capacidad de los grandes de la UE para aprovechar las oportunidades que se presentarán en las regiones de fuerte crecimiento, principalmente en Asia.En esta óptica, la baja del euro provocada por los actuales temores de los mercados se presenta como una de las pocas buenas noticias de esta crisis, ya que ofrece en forma mecánica una mejor competitividad a la Eurozona.

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