jueves, 27 de mayo de 2010

Obama defiende el envío de la Guardia Nacional a la frontera sur de EE UU

WASHINGTON.- El presidente de EEUU, Barack Obama, defendió hoy un despliegue militar en la frontera sur y renovó su pedido de una reforma migratoria pero advirtió que, desde su cargo, ni apoya ni se opone un boicot contra una ley anti-inmigrante en Arizona.

"Tenemos que tener una respuesta integral a la reforma migratoria. La hora de actuar es ahora", dijo Obama en una rueda de prensa, en la que nuevamente condenó la ley SB1070 que criminaliza la presencia ilegal en Arizona.

Aseguró que el despliegue de 1.200 soldados de la Guardia Nacional, anunciado el martes, ayudará en tareas de inteligencia contra el tráfico de drogas y humanos en la frontera con México.

También explicó que, desde su cargo, "ni apoya ni se opone" a un boicot que busca anular la SB1070, porque eso, a su juicio, "es algo que deben decidir los ciudadanos privados".

El Gobierno federal es el único que tiene la autoridad de hacer cumplir las leyes de inmigración en EEUU, y la ley de Arizona ha suscitado la repulsa de México y el resto de los países latinoamericanos y de grupos cívicos en todo el país.

También ha provocado que un creciente número de ciudades y organizaciones se sumen a un boicot económico hasta que se anule la ley de Arizona.

Obama dijo que su Administración sigue "examinando de cerca" la ley pero no precisó cuándo se pronunciará sobre si la impugnará en los tribunales.

Fuentes del Departamento de Justicia, que pidieron el anonimato, confirmaron hoy a Efe que existe un borrador con recomendaciones a favor de una demanda, pero evadieron ofrecer un cronograma para una decisión al respecto.

El Departamento de Justicia ya ha entablado demandas contra gobiernos estatales por asuntos relacionados con el medio ambiente y los derechos civiles, pero sería la primera vez en la historia reciente que lo haga por un tema migratorio.

Obama reiteró su temor de que, ante la ausencia de una reforma migratoria, haya una mosaico de "50 leyes distintas sobre inmigración en Estados Unidos".

Así, pidió el apoyo bipartidista para lograrla, en un encuentro dominado por la crisis del derrame de petróleo en el Golfo de México.

"No resolveremos el problema únicamente con el envío de la Guardia Nacional", dijo Obama, quien reiteró su respaldo a "un marco migratorio ordenado, justo y humano".

Mientras, los senadores republicanos, entre ellos el ex candidato presidencial John McCain, defienden la SB1070 e insisten en que primero se tiene que reforzar la seguridad fronteriza.

Hoy mismo, el Senado derrotó una enmienda de McCain para el despliegue de 6.000 soldados de la Guardia Nacional a la frontera sur, en el marco de una medida de gastos suplementarios por 59.000 millones de dólares para las guerras en Irak y Afganistán.

La enmienda, presentada por McCain, sólo logró el apoyo de 51 senadores, nueve menos de los necesarios para que la medida fuese incorporada en el proyecto de ley de gastos suplementarios.

McCain, que afronta una lucha por su supervivencia política de cara a las primarias republicanas de agosto próximo en Arizona, fue coautor de la fracasada reforma migratoria en 2007.

Como en otras ocasiones, Obama dijo que la reforma migratoria debe incluir medidas para la seguridad fronteriza y que, para su legalización, los indocumentados reúnan requisitos como el pago de una multa y de sus impuestos, y el aprendizaje del inglés.

El mandatario dijo estar dispuesto a trabajar con ambos partidos para impulsar la reforma -una promesa suya como candidato en 2008-, al insistir en la necesidad de un "espíritu bipartidista para resolver el problema".

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