Se trata de dos proyectos emblemáticos en los que el Gobierno había puesto todo su empeño.
Según el primer ministro, José Sócrates (socialista), la decisión permitirá este año una mayor disminución del déficit presupuestario, del 9,4% (en 2009) hasta el 7,3% del PIB, en vez del 8,3% previsto en el Programa de Estabilidad y Crecimiento que el Gobierno presentó a Bruselas.
Una intensa polémica sobre los proyectos de grandes obras públicas previstas por el Ejecutivo acapara estos días el debate político en Portugal.
El jefe de Gobierno ha asegurado que todas las obras que han sido financiadas y están adjudicadas continuarán, empezando por el tren de alta velocidad entre Lisboa y Madrid.
Ayer se firmó, precisamente, el primer contrato portugués del tramo de 165 kilómetros entre Poceirão y Caia (en la frontera con Extremadura), que supondrá una inversión de 1.494 millones de euros.
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