miércoles, 9 de junio de 2010

Bernanke optimista respecto a la economía, a pesar de Europa y el desempleo

WASHINGTON.- El presidente de la Reserva Federal (Fed) estadounidense, Ben Bernanke, se mostró este miércoles optimista respecto de la economía de su país, a pesar de las dificultades en Europa y las últimas y decepcionantes cifras de empleo en Estados Unidos.

Bernanke señaló en la comisión de Presupuesto de la Cámara de Representantes que la economía crecerá un 3,5% en 2010, dado que sufre sólo un "modesto" impacto de la crisis de la deuda en la Eurozona.

"El crecimiento del PIB será de alrededor del 3,5% en todo 2010 y su ritmo será un poco más rápido el año que viene", declaró Bernanke durante la audiencia en la comisión legislativa.

Esta estimación no constituye una revisión al alza del crecimiento porque Bernanke indicó que esta cifra corresponde a una proyección anual de la última banda de previsiones de la Fed (realizada en abril) y que era de entre un 3,3 y un 3,7% en términos anuales.

La Fed normalmente publica sus previsiones de crecimiento anual en el cuarto trimestre, pero no sobre el año entero.

En relación a la situación en Europa, Bernanke también dijo a los congresistas que la Fed se mantendrá "extremadamente atenta a la evolución de la situación en el exterior y a sus eventuales efectos sobre la economía estadounidense".

"La respuesta de los europeos me ha dado seguridad", dijo, agregando que éstos habían puesto a punto un "programa considerable" para enfrentarse a las dificultades presupuestarias de los Estados de la Eurozona.

"Si los mercados siguen estabilizándose, los efectos de la crisis (de la deuda en Europa) sobre el crecimiento económico en Estados Unidos deberían ser modestos", agregó.

Bernanke había declarado el lunes que el riesgo de una nueva recesión parecía descartado y que el sector privado estaba "tomando el relevo" de las autoridades para "impulsar la economía" estadounidense.

Indicó, sin embargo, que "un crecimiento de cerca del 3%" no sería suficiente para reducir rápidamente la tasa de desempleo, que a finales de abril ascendía al 9,7%.

"Se necesitará un tiempo considerable para recuperar los cerca de 8,5 millones de empleos que se perdieron en 2008 y 2009", afirmó el miércoles. Opinó también que la recuperación "no es tan rápida" como esperaba la Fed.

El presidente repitió que la inflación aún seguiría siendo baja durante un tiempo (lo que debería permitir a la Fed mantener sin riesgos su tasa en el piso para continuar estimulando la actividad) y, por ende, se mostró más bien optimista respecto de las perspectivas de las empresas.

Peter Newland, economista de la banca Barclays Capital, dijo que Bernanke "mantuvo el tono optimista teñido de prudencia de sus últimas intervenciones" y de los últimos anuncios de la Fed.

Las palabras del jefe de la Fed tienen el propósito de difundir seguridad respecto del estado de la recuperación iniciada el pasado verano, tras los temores suscitados el viernes por la difusión del informe oficial mensual sobre empleo.

Ese documento muestra que la economía estadounidense había continuado creando en mayo, por quinto mes consecutivo, más empleos de los destruyó, pero da cuenta de un enlentecimiento muy claro de las contrataciones en el sector privado.

Aportando argumentos a los economistas que piensan que sólo se trata de un accidente, Bernanke estimó que las perspectivas son tan buenas como posibles para las empresas, cuya "sana situación contable" demanda, según él, una continuación del aumento de sus inversiones, lo que debería contribuir al crecimiento.

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