El ministro boliviano de Exteriores, David Choquehuanca, y el director de Régimen Consular, Alfonso Hinojosa, hablaron hoy del asunto en la inauguración de un foro sobre las migraciones de Suramérica y la Directiva de Retorno vigente en Europa desde junio de 2008.
Choquehuanca dijo que cuando se puso en vigor esa directiva Morales fue el primer presidente en expresar sus críticas y su preocupación al punto que, según destacó el canciller, se convirtió en un referente en la defensa de los derechos de los migrantes.
Agregó que debería fomentarse la migración para mejorar el intercambio cultural, de conocimientos y saberes y, en cambio, criticó las políticas que, al contrario, "criminalizan" a los inmigrantes.
Hinojosa declaró a Efe que Bolivia asumirá un rol protagonista en la región al tener a partir de este mes la presidencia temporal de la Conferencia Suramericana de Migraciones, que se reunirá en su décima reunión en la ciudad central de Cochabamba el 25 y 26 de octubre próximo.
La cita servirá para que los Gobiernos suramericanos definan una posición única y de consenso antes del Foro Mundial de Migraciones que debe realizarse del 8 al 11 de noviembre en México.
La cita mundial se realizará en Puerto Vallarta, oeste de México, bajo el título "Alianzas para la Migración y el desarrollo humano: prosperidad y responsabilidad compartida".
Hinojosa dijo que la línea común debe remarcar que las políticas sobre la movilidad humana "deben estar centradas en la persona, en el sujeto emigrante" con derechos, en lugar de considerarlo una "variable de ajuste en los momentos de crisis" económica.
El funcionario cuestionó que la Directiva de Retorno de la UE ponga en marcha "detenciones" en centros especiales para inmigrantes y permita la separación de padres e hijos, "con lo que se vulnera los derechos más básicos de las personas".
Agregó que al cumplirse dos años de vigencia, se espera que su aplicación plena en adelante "sea más dura, más drástica".
Según informes de la Cancillería, actualmente unos 2,3 millones de ciudadanos bolivianos viven en el exterior, la mayoría en Argentina, España, Estados Unidos y Brasil.
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