La deuda pública costarricense, que incluye la interna y la externa, supera los 11.000 millones de dólares.
La deuda externa, a finales de diciembre pasado, rondaba los 8.000 millones de dólares, dijo una fuente del Banco Central.
Los 500 millones provienen de un empréstito al que el Congreso ya dio el primero de dos avales para ratificarlo, con el respaldo de las ocho fracciones legislativas.
El ex ministro de Hacienda y actual diputado oficialista, Guillermo Zúñiga, explicó que el crédito con el BM fue acordado en términos "muy favorables" para Costa Rica, con 30 años de plazo para cancelarlo, de ellos cinco de gracia, y una tasa menor al 2% de intereses.
Del monto total, hay una partida excepcional por 30 millones de dólares que el ministerio de Hacienda tomará para cancelar una deuda al Fondo Especial de Educación Superior.
Las amortizaciones de la deuda pública conllevan el aumento de los gastos del Gobierno central, que en los primeros cinco meses crecieron 18% en relación al mismo período de 2009, según cifras de Hacienda.
Contrariamente, los ingresos tributarios aumentaron solo un 5% comparados con igual período, por las condiciones poco dinámicas de la economía costarricense, golpeada en los dos últimos años por la crisis financiera internacional.
El gobierno de la presidenta Laura Chinchilla, que arrancó el 8 de mayo, cerrará el año con un déficit fiscal de 4,8% del Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con estimaciones de Hacienda.
El ministerio ordenó a las instituciones estatales frenar los gastos comunes para que las cifras no superen el 5% en 2010, con excepción del Instituto Costarricense de Electricidad y la Caja del Seguro Social.
La Presidencia impulsa una reforma fiscal con incrementos en los impuestos de ventas y al valor agregado, iniciativa sin ambiente en el Congreso, donde el oficialismo es minoría.
Pese al vaivén económico, autoridades del sector prevén que Costa Rica vuelva a enrumbarse por la senda del crecimiento sostenido de hasta 8% del PIB que registró en la primera mitad de la presente década.
Un reflejo son los 57.000 nuevos trabajadores registrados ante la Caja del Seguro Social en los últimos siete meses.
La administración de Chinchilla prevé un crecimiento de 3,5% este año.
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