Portugal ha sido considerado como el próximo blanco potencial de la crisis desatada en zona euro a raíz de los problemas de Grecia con la deuda pública, aunque el país aseguró hoy que el país no tiene intención de recurrir al fondo de emergencia aprobado por la Unión Europea.
Las medidas de ajustes anunciadas por el Gobierno en minoría contaron con el apoyo del Partido Social Demócrata, de centro-derecha, que ya había prometido la pasa semana apoyar la legislación y respaldarla en su primera votación.
El plan, presentado el 13 de mayo, tiene como objetivo reducir el déficit presupuestario de Portugal hasta el 7,3% del Producto Interior Bruto este año y al 4,6% en 2011, desde el 9,4% que registró en 2009. Además, incluye un aumento de los impuestos y del IVA y un recorte de los salarios de los funcionarios mejor pagados.
Las medidas adicionales de austeridad, que ascienden a 2.000 millones de euros, fueron anunciados después de que la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional anunciaran el pasado mes de mayo un fondo de emergencia de 750.000 millones de euros para los países que se puedan ver afectados por la crisis de deuda europea.
Fuentes oficiales han sugerido que la reducción del déficit presupuestario podría ser aún más rápida de lo esperado, porque los ingresos fiscales a principios del año crecieron más rápido de lo previsto gracias a un fuerte repunte del crecimiento económico.
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