El patrimonio neto es el valor de los bienes como viviendas, cuentas bancarias e inversiones menos deudas como hipotecas y tarjetas de crédito.
La Reserva Federal informó el jueves que el patrimonio neto de las familias subió un 2,1% en los primeros tres meses de este año a 54,6 billones de dólares.
Las carteras de valores fueron la mayor causa que propulsó el patrimonio neto en el primer trimestre. Empero, desde entonces Wall Street ha perdido considerable terreno: el índice Standard & Poor's 500, que mide el valor de las 550 empresas más importantes, ha perdido casi un décimo de su valor.
Incluso con los avances del primer trimestre, el patrimonio neto de los estadounidenses tendría que crecer otro 21% para situarse en el nivel anterior a la recesión de 65,9 billones de dólares.
Seguramente será una recuperación lenta y desigual, auspiciaron los analistas.
Además, esos analistas no creen que el patrimonio de los estadounidenses vuelva a sus niveles anteriores a la recesión antes de 2012.
Durante la recesión, que comenzó en diciembre de 2007, el patrimonio neto de los hogares estadounidenses llegó a caer a 48,3 billones de dólares en el primer trimestre de 2009. Las acciones bursátiles y el valor de la vivienda se desplomaron. A medida que desaparecía su patrimonio, los estadounidenses se sintieron menos inclinados a gastar.
Ahora que la riqueza privada crece gradualmente, los estadounidenses _ en especial los acaudalados _ gastan más.
Sin embargo, dada la fragilidad de la recuperación económica y la volatilidad de la bolsa de valores, la gente no se siente cómoda en el momento de gastar con generosidad, como suele hacerlo generalmente en la primera fase de las recuperaciones, aunque no en ésta.
Es una de las principales razones por la que el país ha presenciado solamente un modesto crecimiento económico.
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