martes, 22 de junio de 2010

España aprueba una reforma laboral para apuntalar su economía

MADRID.- El parlamento español aprobó el martes un esperado paquete de reformas laborales que busca apuntalar la economía nacional, aquejada por un índice de desempleo del 20%.

El paquete, que busca hacer más fácil y económico para las empresas el despido de trabajadores, fue aprobado en la cámara baja por 168 votos a favor, ocho en contra y 173 abstenciones.

Esa votación mostró cuán aislado se ha quedado el presidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, en un momento en que trata de hacer frente a una crisis económica que ha provocado en todo el mundo temores de que España caiga en una situación semejante a la que provocó la pesada deuda en Grecia.

Sólo el Partido Socialista Obrero Español, al que pertenece Rodríguez Zapatero, votó a favor, y sólo uno de sus legisladores _ un ex dirigente sindical _ se abstuvo en una rara violación de la disciplina partidista. Las abstenciones fueron de los partidos de oposición, que consideraron inefectivo el paquete de reformas.

Las reformas están vigentes desde que fueron aprobadas por el gabinete la semana pasada, tras haber fracasado las negociaciones entre la patronal y los sindicatos, y luego que la agencia de clasificación de riesgos Fitch redujo nuevamente la solvencia de la deuda pública española, la segunda en unas pocas semanas.

La votación del martes ratificó el decreto ministerial pero sin admitir enmiendas. Ahora, el Parlamento debatirá la ley y considerará los posibles cambios.

El plan reduce los días de indemnización por año trabajado _ ahora hasta 45 días por año y desamina el uso de los contratos temporales. Los nuevos contratos tendrán una indemnización de 33 días por año trabajado, aunque seguirán vigentes los de 45 días en los pactados con anterioridad a esta ley.

El nuevo plan encarecerá gradualmente el uso de los contratos temporales por parte de las empresas, los llamados contratos basura que contienen menos beneficios _ una práctica tan común que casi un tercio de la fuerza laboral labora bajo esa modalidad.

"No se equivoquen, las medidas contenidas en este decreto contribuirán a la creación neta de empleo", dijo el portavoz del gobernante Partido Socialista José Antonio Alonso.

Empero, uno tras otro, los dirigentes de la oposición subieron a la tribuna de oradores para explicar por qué votaban en contra de las reformas o se abstenían.

El centrista Partido Popular dijo que el plan de Zapatero es una reacción de pánico ante las presiones de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional tras ignorar durante dos años la crisis que ha duplicado la tasa del paro.

"¿Qué ha hecho en los últimos dos años?", preguntó a Zapatero la vocera parlamentaria del PP Soraya Sáinz de Santamaría.

Agregó que las reformas del gobierno se centran equivocadamente en abaratar el despido en lugar de inyectar confianza en la economía y fomentar la creación de empleo.

"El gobierno ha presentado una reforma aislada, parcial, confusa y equivocada", dijo Sáinz de Santamaría.

El gobierno calculó que las reformas crearán más de dos millones de empleos en dos años.

Empero, algunos no están convencidos de que animará a las empresas a contratar en masa, lo que necesita España desesperadamente para reactivar su economía que ha empezado a salir de dos años de recesión.

El gobernador del Banco de España Miguel Fernández Ordóñez consideró la reforma laboral un primer paso, pero insuficiente. Indicó el martes a una comisión parlamentaria que el plan no modifica el sistema de convenios colectivos que consideró engorroso para las empresas, e insistió que la derogación de los contratos temporales no debería hacerse hasta que las empresas comiencen a generalizar los permanentes.

"Debemos mantener abiertas todas las oportunidades de crear empleo", agregó el gobernador del banco central.

Sandalio Gómez, profesor de gerencia empresarial de la madrileña Escuela de Ciencias Empresariales IESE, dijo que el gobierno intenta ocultar que facilitará y abaratará el despido laboral _ algo que prometió en repetidas ocasiones que nunca haría.

Agregó que el hecho de que la reforma sea debatida ahora en el Parlamento y casi con seguridad sea alterada no infunde confianza a los empresarios ni los inversionistas.

"Esto no brinda seguridad a nadie. Esto transmite dudas", indicó.

Los sindicatos han convocado una huelga general de protesta, pero la postergaron hasta el 29 de septiembre, ante la escasa asistencia que tuvo el paro de los funcionarios este mes.

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