viernes, 11 de junio de 2010

Frágiles avances sobre el clima en las negociaciones de Bonn

BONN.- Seis meses después del fracaso de la conferencia sobre el clima de Copenhague, los negociadores encarrilaron de nuevo el debate en Bonn, pero deben todavía solucionar problemas considerables como el del dinero, antes de la gran cumbre de México de fines de 2010.

Esta sesión preparatoria para la conferencia de Cancún (del 29 noviembre al 10 de diciembre), que terminó el viernes, "hizo importantes progresos", dijo el responsable del clima de la ONU, Yvo de Boer. "Las partes hablan entre sí y ahora se escuchan", agregó.

"Pero se necesita un trabajo intenso a todos los niveles" en las próximas reuniones, en agosto en Bonn y en China en octubre, para que Cancún sea una etapa importante en la lucha contra el calentamiento climático del globo y sus efectos", agregó.

Según Boer y numerosos observadores, ahora es posible contemplar la posibilidad de lograr un acuerdo sobre una serie de "medidas operacionales", dejando para más tarde la conclusión de un tratado global y vinculante, eventualmente para la reunión de Sudáfrica en 2011.

Según él, se hicieron progresos sobre algunos asuntos como la ayuda a la adaptación de los países más vulnerables a los impactos del cambio climático, las transferencias de tecnología "verde" o incluso la lucha contra la deforestación.

"Aunque la atmósfera entre los negociadores fue más constructiva que en abril (cuando hubo una primera sesión en Bonn consagrada a asuntos de procedimiento) y que el año pasado, los desacuerdos que hicieron descarrilar las negociaciones de Copenhague todavía deben resolverse", dijo la ONG Oxfam.

Negociado con prisa por unos cuantos jefes de Estado, el acuerdo político de Copenhague fija como objetivo limitar el alza de la temperatura del planeta a 2 grados, pero es evasivo sobre cómo lograrlo.

Tras 12 años de trabajo, la zimbabuense Margaret Mukahanana-Sangarwe, que preside el principal grupo de trabajo, entregó el jueves por la noche a las delegaciones un nuevo texto de veinte páginas, que sería la síntesis de las posiciones de las diferentes partes.

Este texto, cuyo objetivo es facilitar las negociaciones, versa sobre posiciones de reducción de gases de efecto invernadero, la ayuda a los países más vulnerables o incluso la lucha contra la deforestación.

Apenas difundido, varios grupos, entre ellos el G77, que representa los países en desarrollo, China y el grupo africano, criticaron el texto por ser "desequilibrado" a favor de los países ricos, sin por lo tanto rechazarlo.

Temen en particular que el documento entierre definitivamente el protocolo de Kioto, único tratado que obliga a los países industrializados a tomar medidas para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, y que los países en desarrollo quieren ver ratificado a partir de 2012.

"Este documento que debía facilitar las negociaciones, las complica", dijo Pablo Solón, jefe de la delegación boliviana.

"Si este documento se parece a lo que saldrá de Cancún, entonces el futuro de la humanidad está en peligro", agregó.

Uno de los otros puntos cruciales para el éxito de la reunión mexicana es el desbloqueo del dinero prometido en Copenhague a los países más vulnerables.

Se trata de una ayuda financiera en 2010, 2011 y 2012 de 30.000 millones de dólares, con el objetivo de alcanzar 100.000 millones por año hacia 2020, para los que hay que hallar nuevas fuentes de financiación.

"Hablamos pero no vemos resultados en el terreno. Nuestras poblaciones deben ver los efectos", explicó el representante de las islas Salomón, Collin Beck.

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