viernes, 25 de junio de 2010

Gurría insta a los líderes del G-20 a prestar más atención al potencial de los países en desarrollo

TORONTO.- El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Angel Gurría, instó hoy a los líderes del G-20, que se reúnen este fin de semana en Toronto, a que reconozcan la contribución a la economía de los países en desarrollo, ya que ayudaron a "suavizar el impacto de la crisis económica", y que tengan en cuentan el potencial de estos países en el futuro.

En este sentido, Gurría recalca que gracias a la nueva riqueza de las economías emergentes estos gobiernos pueden ahora permitirse aumentar el gasto público en protección social. "Sin esto, el incremento de la desigualdad no pondrá en peligro el crecimiento futuro y la prosperidad únicamente en el mundo en desarrollo, sino que amenazará a la economía mundial en su conjunto", señala.

Por este motivo, considera que es necesario aprovechar esta oportunidad para crear una economía global "más justa, más clara y más fuerte", y señala, para que esto se convierta en una realidad, que la contribución de los países en desarrollo se ha convertido en "más esencial que nunca".

Asimismo, Gurría afirma que los principales países en desarrollo "han ayudado a suavizar el impacto de la crisis más importante desde los años 30", y, a través de sus relaciones comerciales y sus inversiones, han conseguido mitigar el impacto de la crisis en el resto del mundo en desarrollo.

Además, reclama que, dado que los líderes del G-20 se reúnen para trabajar en la recuperación y el fortalecimiento del sistema financiero y económico mundial, se preste más atención a los vínculos entre países del Sur, que promete ser uno de los principales motores del crecimiento en la próxima década.

Asimismo, Gurría recalcó que, aunque el G-20 centra su atención en la tarea "crucial" de consolidar la recuperación económica, tampoco se deben perder de vista los principales desafíos a los que aún se enfrentan los países en desarrollo, y en especial la reducción de la pobreza.

En esta línea, reconoce que desde 1990 el número de personas en el mundo que viven con menos de un dólar al día ha descendido en más de una cuarta parte. Sin embargo, destaca que el 90% de este descenso se ha concentrado en China, mientras que los avances logrados en otros países no han sido suficientes para contrarrestar el crecimiento de la población.

Asimismo, alerta de que la desigualdad ha aumentado considerablemente en muchos de ellos en las últimas dos décadas. Gurría considera que, para que el desarrollo social vaya al mismo ritmo que el crecimiento, son necesarias intervenciones "determinadas y deliberadas" que fomenten el crecimiento en favor de los pobres y establezcan políticas sociales que protejan y promuevan el bienestar.

Por otro lado, Gurría destaca la transformación estructural que ha tenido la economía mundial durante los últimos veinte años y que ha desplazado el "centro de gravedad económico del planeta" hacia el Este y el Sur. De hecho, informes de la OCDE apuntan que en 2030 los países que no pertenecen a la institución representarán el 57% del PIB mundial.

Este fenómeno, que define como "riqueza cambiante", ha provocado que, mientras las economías más avanzadas se enfrentaban a la peor crisis desde los años 30, países como China e India seguían fortaleciéndose. "La cumbre del G-20 en Toronto supone una oportunidad para que los líderes mundiales decidan como quieren acercase a estos nuevos desarrollos", agrega.

En este sentido, recalca que no hay que ver el "ascenso de los otros" en términos del "descenso de Occidente", ya que los incrementos netos de una mayor prosperidad en el mundo en desarrollo representan una enorme oportunidad para países ricos y pobres por igual.

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