"Amigos, esto se está poniendo feo. Y Estados Unidos necesita pensar en cómo aislarse del masoquismo europeo", asegura Krugman en un artículo titulado 'La transmisión global de la austeridad europea', publicado en el diario 'New York Times'.
El Nobel de Economía hace referencia al modelo Mundell-Fleming ("¿alguien todavía aprende estas cosas?" se pregunta), que apunta que la contracción fiscal en un país con unos tipos de cambio flotantes supone, en realidad, "contracción para el mundo en su conjunto".
"La razón es que esta contracción fiscal conduce a unos tipos de interés más bajos, lo que lleva a la depreciación de la moneda, que mejora la balanza comercial de ese país, compensando en parte esa contracción fiscal, pero imponiéndosela al resto del mundo", explica.
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