lunes, 21 de junio de 2010

La Comisión Ballenera busca un acuerdo, acusada de obedecer intereses políticos

AGADIR.- La Comisión Ballenera Internacional (CBI) inició aquí este lunes sus reuniones con el objetivo de llegar a un acuerdo entre partidarios y adversarios de la caza, a la que ya se acusa de estar más motivada por intereses políticos que medioambientales.

Esta 62ª sesión de la CBI, que fue creada en 1946 para regular la caza de ballenas, examinará hasta el viernes un proyecto de acuerdo para poner fin a 25 años de conflicto entre sus 88 miembros, enfrentados desde la entrada en vigor de la moratoria a la caza en 1986.

La proposición prevé reducir el número de capturas para los próximos diez años, pero esto significa autorizar de hecho la pesca comercial sin precisar lo que ocurrirá cuando concluya ese período interino.

Noruega e Islandia (que denunciaron la moratoria) y Japón (que la denunció salvo en lo que respecta a la caza para investigación científica) capturaron más de 1.500 ballenas el año pasado, de las que 1.000 correspondieron sólo a la flota nipona, según cuotas que ellos mismos se otorgaron.

"Para llegar a un compromiso", consideró el delegado alemán Gert Linnemann, "será necesario precisar lo que pasará después de diez años y estar seguros, por lo menos, de que la caza se acabará en los santuarios balleneros" creados en el Océano Índico y en el Océano Austral, alrededor del Antártico.

Japón, que pesca en esas zonas, de ninguna manera aceptaría terminar con una tradición cultural muy marcada por el nacionalismo nipón. "En esta negociación, una cuota final de cero es imposible de aceptar por parte de Japón", advirtió este lunes en Agadir la ministra adjunta de Agricultura, Yasue Funayama.

"Si se ataca a Japón, éste puede salir de la CBI y nadie podrá entonces hacer nada por las ballenas", advirtió un diplomático europeo.

El primer punto que molesta es el de las cuotas sugeridas para los años próximos: el comité científico de la CBI distribuyó este lunes el informe que guiará las decisiones de los países miembros.

La CBI subraya que las cifras propuestas hasta 2014 posibilitarían matar en total 3.860 ballenas, o sea una reducción de sólo 8% con relación a las capturas actuales.

Estas cifras son "resultado más de negociaciones políticas que de trabajos científicos" sobre el futuro de las ballenas, dijo Vincent Ridoux, delegado científico francés en Agadir.

Por otro lado, "las tres cuartas partes de las delegaciones no tienen personal científico y entonces sólo abordan el tema desde una óptica política", subrayó.

Este informe sólo será examinado en la plenaria del miércoles. La CBI se da dos días de trabajos a puerta cerrada para tratar desminar el terreno y abrir el campo a las negociaciones.

"Esto permitirá a cada gran región abordar el tema en calma con los tres países cazadores", dijo un diplomático europeo.

Pero "¿que es lo que esconden? Esto propicia la teoría de la conspiración", dijo Rémi Parmentier, portavoz de Pew Environment Group (dotado de un estatuto oficial de observador).

Debido a que está ausente por enfermedad el presidente chileno de la CBI, presidirá la reunión el vicepresidente del organismo Anthony Liverpool, de Antigua y Barbuda. Pero esta isla del Caribe vota tradicionalmente a favor de Japón.

Y según el Sunday Times, su factura de hotel en Agadir está siendo pagada por un empresario japonés.

"El mayor riesgo en esta Conferencia es retroceder", afirmó este lunes el ministro de Relaciones Exteriores de Nueva Zelanda, Murray McCullya, pero añadió luego que "hay que tratar de hacer todo lo posible para avanzar".

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