"El crimen organizado se ha vuelto global y alcanzado niveles macroeconómicos y representan una seria amenaza para la estabilidad, incluso para la soberanía de las naciones", sostuvo Antonio María Costa, director ejecutivo de la Oficina contra la Droga y Crimen de las Naciones Unidas (UNDOC) con sede en Viena, ante la Asamblea General de la ONU.
Costa dijo que los criminales estaban utilizando los beneficios de la ilegalidad y la amenaza o el uso de la fuerza para "influenciar elecciones, políticos y poder, incluso a los militares".
Agregó que había países vulnerables y destacó particularmente los casos en el oeste de África y en América Central. Convocó a mejorar el desarrollo y la seguridad en esas naciones para hacerlas menos atractivas "para albergar a los parásitos del crimen".
La UNDOC brindó los detalles en el nuevo informe sobre 'La globalización del crimen: onforme sobre la amenaza del crimen organizado transnacional', el primer análisis de la amenaza que representa ese flagelo para la seguridad.
El estudio muestra que el crimen organizado está haciendo "miles de millones de dólares anualmente con el tráfico de drogas, personas, recursos naturales, productos falsificados y también piratería marítima y cibercrimen", agregó.
La UNODC condujo la investigación después de que estados miembro y organizaciones internacionales expresaran su alarma ante la amenaza que plantea el crimen organizado transnacional y subrayaran la necesidad de combatirlo.
Costa dijo que una lucha más efectiva contra las organizaciones criminales requieren de un cambio "en el enfoque de la lucha contra las mafias, para pasar a atacar a sus mercados" a través de medidas más fuertes para combatir la corrupción y el lavado de dinero.
También sugirió perseguir a los cómplices del crimen "como el ejército de criminales de cuello blanco -abogados, contadores, corredores de bienes raíces y banqueros- que brindan cobertura y limpian los procederes espurios".
El funcionario de la ONU destacó el hecho de que una década después de haber sido adoptada en Palermo, Italia, la Convención de la ONU contra el Crimen Transnacional Organizado, "sufre de negligencia benigna".
Solicitó a las naciones firmar la adhesión universal de la Convención y implementar sus mandatos en su totalidad, ya que representa el único instrumento mundial para luchar contra el crimen organizado.
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