"La economía parece marchar con buen rumbo y continuará la expansión este año y el próximo", dijo Bernanke en un comentario preparado para la Comisión Presupuestaria de la Cámara de Representantes.
Insistió que la recuperación seguirá intacta pese a los problemas de Europa, el persistente elevado desempleo y la frágil situación del mercado de la vivienda en Estados Unidos.
Empero, el ritmo de la expansión _ un 3,5% este año según la Fed _ no será suficiente para atajar rápidamente el desempleo de 15 millones de estadounidenses. El índice del paro es ahora del 9,7% y seguramente experimentará una lenta reducción, según Bernanke.
Además, han surgido temores de que la recuperación podría quedar empantanada.
Uno de los temores es que si se extiende la crisis de la deuda soberana europea, perjudicará el crédito en Estados Unidos y otras partes del mundo. La situación ha asustado a los inversionistas, con la consiguiente caída en barrena de Wall Street.
Otro temor es que se estanque en Estados Unidos la contratación de personal por parte de las empresas privadas. Ese temor quedó reforzado el vienes por el informe gubernamental según el cual el sector privado creó en mayo sólo 41.000 empleos, la menor cantidad en lo que va de año.
Empero, Bernanke dijo que ello indica que la economía seguirá adelante pese a la desaparición de los gastos extraordinarios adoptados por el gobierno federal.
El gasto del consumidor y el empresarial, sin embargo, han sustituido al gobierno y han logrado mantener el ritmo de la recuperación económica. Pese a ello, el gasto del consumidor sigue siendo mucho más tímido que en otras recuperaciones y por ello la expansión económica será modesta este año.
En referencia a la crisis europea, Bernanke dijo sentirse confiado en que Estados Unidos saldrá adelante sin mayores consecuencias. "Si los mercados siguen estabilizándose, los efectos de la crisis en el crecimiento económico en Estados Unidos seguramente será modesto", aventuró Bernanke.
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