miércoles, 2 de junio de 2010

Ministros del G-20 se reúnen en Corea del Sur en plena crisis de la deuda europea

SEÚL.- Los ministros de Finanzas de los países del G-20, foro de los principales países desarrollados y emergentes del planeta, se reúnen esta semana en Corea del Sur para evaluar cómo evitar que la incipiente reactivación económica se vea cortada por la crisis de la deuda en la eurozona.

El viernes y el sábado, en el puerto de Busan (sur), los ministros, así como los gobernadores de los Bancos Centrales del G20, elaborarán un balance sobre la economía mundial, la solvencia de cada país y discutirán sobre eventuales reformas reglamentarias destinadas a prevenir una nueva recesión, indicó el ministerio de Finanzas surcoreano, que organiza el encuentro.

Los miembros del G20 pesan en un 90% de la economía mundial y un 80% del comercio planetario. Este encuentro de Busan servirá para preparar la próxima reunión cumbre del G20 del 26 y 27 de junio en Toronto (Canadá).

Las discusiones estarán marcadas por la crisis de la deuda en varios países de Europa del sur, que hundió las Bolsas mundiales y arrastró una fuerte depreciación del euro estas últimas semanas sembrando dudas sobre la solidez de la incipiente reactivación económica global después de la fuerte crisis financiera.

"Algunos sostienen que la economía mundial ya se reactivó y que podríamos cesar las medidas de apoyo, pero considero este juicio muy prematuro", advirtió el lunes en Tokio el primer ministro chino, Wen Jiabao.

"Debemos prepararnos a las dificultades. La crisis de la deuda podría impedir la reactivación económica en Europa", continuó, agregando que "China permanecerá en alerta y tomará medidas con tranquilidad".

El Gobierno japonés indicó por su parte que el tema de las tasas de cambio será tratado, en momentos en que la abrupta caída del euro afecta a los exportadores asiáticos. El panorama incierto para la economía mundial puede asimismo incitar a China a resistir aun más a las presiones estadounidenses para que deje que su moneda, el yuan, se aprecie.

El 'G20 Finanzas' de Busan se celebrará en momentos en que varios Estados miembros de este foro de países toman medidas en direcciones opuestas, entre otras cosas en lo que concierne a un impuesto mundial a los bancos.

La idea de esta tasa es impulsada por varios países europeos y por Estados Unidos. El mundo "está en una muy buena posición para instaurar un sistema mejor que el que teníamos antes de que estalle la crisis", juzgó el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner.

Pero este impuesto es criticado por Canadá, Australia y numerosos países emergentes que estiman que, sin haber sido responsables de la crisis financiera mundial, no tienen por qué pagar los platos rotos.

"Canadá está, y seguirá estando, en contra de un impuesto que penalizará las instituciones financieras que se mantuvieron fuertes y prósperas en momentos en que muchos bancos en el mundo resultaron ser débiles", afirmó el mes pasado el ministro canadiense de Industria, Tony Clement.

El debate sobre el impuesto a los bancos continuará en Busan, y "debería concluir en la cumbre de noviembre de Seúl", pronosticó el ministro de Finanzas surcoreano, Yoon Jeung-Hyun.

La reforma de las agencias de calificación, criticadas por no haber alertado a tiempo la crisis que se avecinaba, y la reforma del Fondo Monetario Internacional (FMI) también estará en la agenda de los debates de Busan.

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