LÉRIDA.- El Aeropuerto de Pirineus-La Seu d'Urgell reabrió hoy para dar servicio a aviones privados y de emergencias, pero está previsto que en el futuro también opere como aeropuerto comercial con aviones de hasta 70 personas si Andorra colabora en desarrollar ese proyecto de colaboración aeroportuaria, aunque sus autoridades no hayan participado económicamente en esta primera fase.El conseller de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal, destacó que la colaboración con Andorra no es indispensable para lograr este salto a la aviación comercial, pero reconoció que facilitaría los trámites.
"Será más fácil si lo hacemos juntos, pero en cualquier caso no dependerá del Gobierno de Andorra porque con Andorra tenemos muy claro que quien tiene que tomar la iniciativa somos nosotros", sostuvo Nadal.
El presidente de la Generalitat, José Montilla, indicó que la reapertura del aeródromo es una gran oportunidad para el desarrollo económico y turístico de los Pirineos.
El aeródromo, situado entre los términos municipales de Montferrer i Castellbó y Ribera d'Urgellet, se inauguró en 1982 y funcionó con aparente normalidad hasta 1984, cuando operó el último vuelo comercial. Después se utilizó para la aviación deportiva y general hasta que se cerró por razones técnicas relacionadas con la seguridad y, básicamente, económicas.
En 2007, la Generalitat compró el aeródromo en condiciones deficientes y comenzó los trabajos para su puesta a punto con un coste de 2,9 millones de euros.
Hace tres años, también compró por 8 millones de euros el 85 % de los terrenos y se hizo con la titularidad de 168 de las 198 hectáreas necesarias para poder desarrollar el nuevo aeropuerto con todos los servicios necesarios tanto para aeronaves como para pasajeros. Y aprobó el plan especial que delimitaba el ámbito del aeródromo y preveía la reserva de suelo necesario para futuras ampliaciones.
Esta actuación, demorada en los últimos años por cuestiones económicas, significará un paso decisivo para reactivar la antigua infraestructura, considerada estratégica para el desarrollo económico y turístico de las comarcas del Pirineo leridano y también del vecino Principado de Andorra, aunque sus autoridades no hayan participado económicamente en esta fase del proyecto.
El plan director urbanístico y aeroportuario de la instalación permitirá y servirá de base para iniciar la reflexión sobre una posible remodelación global que permita construir, a medio o largo plazo, un nuevo aeropuerto de aviación comercial si se dieran las condiciones favorables para ello, principalmente una gran demanda y la participación de Andorra en su financiación.
La Generalitat cifra en unos 112 millones de euros la inversión necesaria para que funcione como aeropuerto comercial de los Pirineos y realmente de Andorra, donde las condiciones orográficas no permiten encajar una instalación de semejante envergadura.
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