"Estamos en una etapa que es irreversible", dijo el presidente uruguayo, José Mujica, a la prensa, añadiendo que su gobierno diseñó "una estrategia de tratar de aislar los conflictos que no se podían resolver y transformar esos conflictos en negociaciones".
Mujica, que asumió en marzo el segundo Gobierno de izquierda en la historia de Uruguay, ha puesto énfasis en distender la relación con Argentina, resentida en los últimos años por la instalación de una planta de celulosa de la finlandesa UPM (ex Botnia) sobre la vera uruguaya del río Uruguay.
La planta (inaugurada a fines de 2007 y que produce 1,1 millón de toneladas de pasta de celulosa al año) es considerada contaminante por ambientalistas argentinos, que mantienen bloqueado el puente que une las ciudades argentina Gualeguaychú y la uruguaya Fray Bentos desde noviembre de 2006.
Argentina llevó el conflicto hasta la Corte Internacional de La Haya, que en abril falló que no se habían aportado "pruebas concluyentes" de que la papelera estuviera contaminando y ordenó a los dos países monitorear conjuntamente el río compartido.
Pero hasta ahora la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), un organismo binacional, no ha llegado a un acuerdo sobre el monitoreo porque Uruguay no aceptaba la petición argentina de que los controles fueran dentro de la misma planta de celulosa.
Mujica abrió esta semana esa posibilidad pero afirmó este jueves que el control, a cargo de la CARU, debe ser de "todo el río" y "en las dos márgenes".
"Nosotros tenemos que ir del otro lado a hacer lo mismo", aseguró el mandatario, quien destacó que "no se va a cerrar ninguna industria".
Este proyectado monitoreo abarcaría a todas las iniciativas empresariales que se instalen en el río Uruguay en el futuro, lo que podría incluir a otro país con costa sobre el río, Brasil.
"Vamos a tantear a ver qué dicen en Brasil. En definitiva, el río tiene un buen recorrido en Brasil cuando llega a acá. Y puedo decir que algunas cositas vienen de allá; bastante", indicó Mujica.
De prosperar esta idea habría un "monitoreo de los tres países" sobre el río, aseguró el mandatario uruguayo.
El control no solo del río sino también dentro de la planta es una de las principales reclamaciones de la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú, que decidió en la medianoche del miércoles levantar por 60 días el bloqueo del puente fronterizo, ininterrumpido desde noviembre de 2006.
"Eso me da un poco de temor, porque en estos cuatro años y medio (antes del inicio del bloqueo hubo cortes intermitentes del paso fronterizo) no ha habido nada que me lleve a pensar que la Asamblea quiere levantar el corte", dijo este jueves Omar Lafluf, intendente (jefe de Gobierno) reelecto del Departamento uruguayo de Río Negro, cuya capital es Fray Bentos.
"Pienso que el monitoreo de la planta no debería ser negociado por el levantamiento del piquete", añadió.
Lafluf destacó que en el Departamento persiste la incertidumbre. "No puedo decirle a la gente que perdió el trabajo que vuelva a instalarse en la cabecera del puente", indicó, recordando que "el perjuicio ya está provocado".
Agregó que empresas de la zona se están reuniendo para evaluar "qué se puede hacer para resarcir los daños y perjuicios" ocasionados por el corte, lo que podría implicar presentar una denuncia civil.
Por su parte, el ex presidente uruguayo Tabaré Vázquez recordó que la posibilidad de un monitoreo conjunto del río ya había sido propuesta por él al ex presidente argentino Néstor Kirchner en 2005.
"Se perdió un tiempo enorme y una cantidad importante de recursos económicos simplemente porque de manera irracional se planteó por parte de los piqueteros que Botnia (actual UPM) iba a contaminar", opinó Vázquez.
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