Los precios de las acciones y las tasas de interés cayeron luego que una serie de señales sobre lentitud en el desarrollo de distintas economías asustó a los inversionistas, quienes ya estaban nerviosos por la posibilidad de que se trunque la recuperación económica global.
Desde China hasta Estados Unidos, los inversionistas sólo perciben problemas económicos, lo que provocó que el promedio industrial Dow Jones cayera por debajo de los 10.000 puntos y que el índice Standard & Poor's de 500 acciones se ubicara en su nivel más bajo desde octubre.
Las tasas de interés cayeron en el mercado de bonos del Tesoro, después que creció la demanda de instrumentos considerados más seguros. El rendimiento del certificado a 10 años cayó incluso a 2,96%, la primera vez que se ubica debajo del 3% desde abril del 2009. Ese rendimiento se utiliza como referente para muchos préstamos e hipotecas en el mercado de consumidor final.
De acuerdo con los cálculos preliminares, el Dow Jones cayó 268,22 puntos, el 2,7%, a 9.870,30, su cierre más bajo desde el 9 de junio.
El S&P 500 decreció 33,33 unidades, el 3,1%, a 1.041,24. Fue su cierre más bajo desde el 5 de octubre.
El índice compuesto Nasdaq se contrajo 85,47 enteros, el 3,9%, a 2.135,18.
Los mercados comenzaron la jornada bajo la influencia de los decrementos observados en Asia y Europa. Las acciones en las bolsas asiáticas cayeron después de que un indicador que prevé la actividad económica en China fue revisado a la baja.
Los índices europeos continuaron la caída después de que numerosos trabajadores griegos participaron en una protesta contra los severos recortes presupuestarios.
Poco después de que comenzaron las operaciones en Wall Street, el mercado recibió el golpe del nuevo reporte sobre la confianza del consumidor, misma que cayó este mes debido a preocupaciones sobre los empleos y la economía en general.
El Indice de Confianza del Consumidor, emitido por la organización Conference Board, cayó a 52,9 puntos, respecto de una cifra revisada de 62,7 observada en mayo.
Fue la peor caída desde febrero, y los economistas encuestados por Thomson Reuters habían previsto tan sólo un descenso moderado.
Los inversionistas fueron afectados en tal medida por la crisis financiera del 2008 y 2009 que temen que cualquier señal de un frenazo en la economía significa que ésta se desplomará de nuevo. Y se lanzan a vender acciones al final de las jornadas, temerosos de las noticias económicas negativas que podrían comenzar a surgir de Asia unas horas después de que concluye la sesión en Wall Street.
Paul Zemsky, jefe de asignación de activos de ING Investment Management en Nueva York, dijo que los inversionistas tratan de decidirse ante las ideas contradictorias sobre el rumbo de la economía.
"El asunto central que cualquier inversionista enfrenta hoy es decidirse entre el hielo y el fuego", dijo Zemsky. "No hay un punto intermedio. Es una opción o la otra".
El petróleo crudo cayó 2,31 dólares, a 75,94 dólares por barril, en la Bolsa Mercantil de Nueva York.
El Russell 2000, que mide el desempeño de las empresas más pequeñas en Wall Street, se desplomó 25,58 puntos, el 4%, a 615,96.
Una caída del euro, a 1,2192 dólar, representó otra señal de nerviosismo de los inversionistas. Durante meses el decremento en la moneda de 16 naciones ha sugerido que no hay confianza en que Europa tenga la capacidad de manejar los colosales déficit presupuestarios.
Los mercados chinos cayeron después de que el Indice Económico Principal de la Conference Board para China fue revisado a 0,3% para abril, en comparación con 1,7%.
El índice compuesto de Shanghai cayó 4,3%, a su peor nivel en 14 meses. El promedio Nikkei japonés descendió 1,3%. El FTSE 100 británico decreció 3,1%, el DAX alemán bajó 3,3% y el CAC-40 francés se contrajo 4%.
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